AVISO IMPORTANTE
Los textos registrados y/o firmados por el autor del blog son de su propiedad. Está prohibido copiar, reproducir y/o usar comercialmente los mismos sin el permiso expreso y por escrito del autor. Cualquier uso no autorizado conlleva delito de apropiación ilegal de la propiedad intelectual. Las citas de otros autores están consignadas en los créditos.
En este sitio se usan cookies. De acuerdo a las leyes europeas, al entrar en este sitio usted acepta el uso de cookies.
This website uses cookies to ensure you get the best experience on our website.
domingo, 23 de enero de 2011
BUKOWSKI NO ES BEAT
Escribe: Rogger Alzamora Quijano
Bukowski, es el rudo intérprete de una ciudad oculta, jabonosa, dislocada.
Bukowski es el mensajero de los excluidos. Transita con el mismo aplomo sobre la decepción y la desilusión. Opta por la desidia y el desparpajo, antes de someterse a la dictadura del statu quo.
Es de los pocos que escribe con la misma fruición desde la soledad como desde alcohol. Decidió con similar valentía por una desolada casa de huéspedes como por una literatura escapista aunque ello significara vivir todo un día comiendo una barra de cacahuate, no tanto como un acto de valentía, sino mejor aún: de confrontación y rebeldía.
Bukowski puso en práctica el consejo de Rimbaud: su vida fue un largo, inmenso y racional desarreglo de todos los sentidos.
El lado oscuro del poeta misógino y nihilista, fue desenfrenado y no ocultó hasta desmenuzarlo con suma honestidad, consciente de que serviría para sustentar su rebeldía. Como su gato Minx, mantuvo su dignidad y aunque se quejaba, nunca se preocupó. Sus textos reflejan su misantropía. Su repudio por la raza humana, hacia la sociedad repleta de convencionalismos.
Bukowski se lamenta, pero la enfrenta. Su obra desnuda su atormentada personalidad. Pero también es la dulce venganza, la bofetada letal al cártel de los hipócritas académicos, las editoriales y los intelectuales.
Charles Bukowski demuestra que se puede vivir peleando contra la propia sombra. Que la rebeldía es un alimento insustituible. Que noche no significa necesariamente obscuridad. Que se escribe para sentirse vivo, no para buscar vivir de escribir. Bukowski no es beat.
Todo
Los muertos no necesitan
aspirina o
tristeza
supongo.
pero quizás necesitan
lluvia.
zapatos no
pero un lugar donde
caminar.
cigarrillos no,
nos dicen,
pero un lugar donde
arder.
O nos dicen:
Espacio y un lugar para
volar,
da
igual.
los muertos no me
necesitan.
ni los
vivos.
pero quizás los muertos se necesitan
unos a
otros.
En realidad, quizás necesitan
todo lo que nosotros
necesitamos
y
necesitamos tanto
Si solo supiéramos
que
es.
probablemente
es
todo
y probablemente
todos nosotros moriremos
tratando de
conseguirlo
o moriremos
porque no
lo
conseguimos.
Espero que
cuando yo este muerto
comprendáis
que conseguí
tanto
como
pude.
De: The Roominghouse Madrigals: Early Selected Poems (1946-1966).
VIDA DE UN VAGABUNDO
El cigarrillo de Harry seguía encendido. Dio otra calada. Brotó una bocanada de humo azul. Le gustaba aquella bocanada de humo azul.
Caminaba bajo el calor del sol pensando: “Voy andando y fumando un cigarrillo.”
Harry caminó hasta llegar al parque que había frente a la biblioteca. Seguía chupando el cigarrillo. Entonces la colilla le quemó los dedos y la tiró a regañadientes. Entró en el parque y anduvo hasta encontrar un sitio entre una estatua y unos arbustos. Era una estatua de Beethoven. Y Beethoven estaba andando, con la cabeza gacha, las manos entrelazadas a la espalda, obviamente pensando en algo.
Harry se agachó y se tumbó sobre la hierba. La hierba recién cortada picaba bastante. Estaba puntiaguda, afilada, pero tenía un aroma agradable y limpio. El aroma de la paz.
Insectos diminutos comenzaron a pulular alrededor de su cara en círculos irregulares, cruzándose unos con otros pero sin chocar jamás.
Apenas eran unas partículas, pero eran unas partículas a la búsqueda de algo.
Harry levantó la mirada, a través de las partículas, hacia el cielo. El cielo estaba azul y endemoniadamente alto. Harry siguió mirando hacia arriba, al cielo, intentando sacar algo en claro. Pero Harry no sacó nada en claro. Ninguna sensación de eternidad, ni de Dios, ni siquiera del diablo. Pero uno tiene que encontrar primero a Dios para encontrar al diablo. Van en ese orden.
A Harry no le gustaban los pensamientos profundos. Los pensamientos profundos podían conducir a errores profundos.
Después pensó un poco en el suicidio. Tranquilamente. Como la mayoría de los hombres piensa en comprarse un par de zapatos nuevos. El problema principal del suicidio es la idea de que podría ser el comienzo de algo peor. Lo que él realmente necesitaba era una botella de cerveza helada, con la etiqueta un poco mojada y esas gotas frías tan hermosas sobre la superficie del vaso.
Fragmento de: Vida de un vagabundo, incluido en la antología: Peleando a la contra
domingo, 16 de enero de 2011
DIA CUATRO
Que este miércoles de delicias
perdure abundante sobre todo lo demás.
Magna compañía, envolvente el buen pisco,
celeste misterio, largo el mapa de las estrellas.
Con ella, siempre audaz y perniciosa.
De: versos conversos Derechos Reservados ©2010 Rogger Alzamora Quijan
Suscribirse a:
Entradas (Atom)