martes, 24 de diciembre de 2013
REGALO DE NAVIDAD
Nochebuena con:
Un poco de tolerancia.
Un poco de perdón.
Desprendimiento y comprensión.
Otro poco de buena fe.
Corazón abierto.
Compasión y equidad.
Abrazo limpio.
Alimento y aliento.
Derechos Reservados Copyright © 2016 de Rogger Alzamora
jueves, 12 de diciembre de 2013
LA PERSIANA
También mi infancia
la atravesaba un río
y tenía una hora misteriosa en la cual las palomas
a mi alma obedecían.
Juan Gonzalo Rose - Carta a María Teresa
Guarda las contingencias escolares,
heroicos triunfos y profusa amargura,
la infancia breve, la juventud sagaz,
la siembra de libros y la piel esponja.
Anuda la luz permanente, alimenta de sueños la luna.
Acopia dichas intangibles, tormentas y tormentos.
No esconde la música doliente ni los versos delirantes.
Sostiene la rebeldía. Soslaya riesgo y certeza.
Prolonga encanto y contento, summum hipocresía.
Abrevia soledad y desdicha, silencio y ceguera.
DE: versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2013 de Rogger Alzamora Quijano
jueves, 5 de diciembre de 2013
DESPUÉS DE HABER AMADO
Hoy, que vas trepada en el tren de la felicidad.
Que de lejos gozas la nieve sin recordar el frío
y que la vida te da lo que has buscado:
aplomo lujo fruto amante amor y estilo.
Hoy, que llenas tu jardín de colores únicos,
aromas belleza holgura visón armonía
certeza y orgullo miel y lozanía,
me doy cuenta que todo eso
no pesa más que un gramo de mi amor por ti.
DE: versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2013 de Rogger Alzamora Quijano
domingo, 17 de noviembre de 2013
SOBRE EL AMOR YA TODO SE HA ESCRITO
Sobre el amor ya todo se ha escrito.
Mas, hay cosas que no tienen explicación.
Por ejemplo:
Falta explicar por qué tanta reincidencia,
falta saber por qué perder lo ganado.
Intento explicar tan notorias contradicciones.
Con un universo de verbos huecos,
con una maraña de lugares comunes,
con una galaxia de argumentos banales.
No es posible atar luces y sombras,
como tampoco corazón y pensamiento.
En el vasto territorio de ilusiones y promesas,
no es fácil encontrar glosario,
conveniente elocuencia, razón y sensatez.
Hay bosques insondables
que desembocan en mares de inmadurez.
Puedo empezar escribiendo,
por ejemplo:
que no soñé con un lugar en tu cama,
sino con la pradera de tu corazón.
DE: BITÁCORA DE LA FELICIDAD Copyright © 2013 de Rogger Alzamora Quijano
miércoles, 6 de noviembre de 2013
ACUÉRDATE MARIPOSA DE LOS MONTES
Acuérdate mariposa de los montes tu primer vuelo ante la luz del poniente, tus escasos colores y tu mirada torva.
Acuérdate de tus dominios de entonces, que no tenían de Alhambra ni Babilonia.
Que no paseabas ni patios ni palacios sino la fría sabana andina.
Acuérdate mariposa de los montes de tus comienzos de timorata oruga.
Acuérdate que letra a letra, con mis versos te hice princesa.
Que barrí la opacidad de tus aposentos con los colores del alfabeto.
Acuérdate cómo pinté sol y primavera en tus alas mustias y te llevé al cielo cromóforo de las flores.
Acuérdate que bañé de besos tus ojos entumecidos antes de abrirlos al mundo.
Acuérdate mariposa de los montes menuda flama cómo inventé las luces para tu encumbrado vuelo y tracé la ecuación de tu trayecto al infinito.
DE: versos conversos Derechos Reservados © 2013 Rogger Alzamora Quijano
jueves, 31 de octubre de 2013
TIEMPOS IDOS
Aija, 1988 (Foto de Rogger Alzamora Quijano)
Calles estrechas, sol y silencio,
plenitud por doquier, jolgorio.
Sápidas fumaradas a mediodía.
En Aija onírica la mínima caminata era deleite.
El verde brumoso un trozo elíseo
sobre los adobes de la ciudad erudita.
¡Qué estropicios juveniles, qué aventuras gloriosas!
¡Qué aventuras enmarañadas las de entonces!
¡Qué tiempos de pañar ullmas entre los quenuales!
Primaveras de verdes encajes y rubio trigo.
Violetas flor de papa las faldas de la breve Anquilta.
Así llegaban las lluvias tras un preludio neblina.
La escuela se aligeraba y los adioses de temporada
se borraban con la risa navideña y los juguetes nuevos.
En Aija onírica vivir era deleite.
DE: versos conversos Copyright © 2013 de Rogger Alzamora Quijano
Calles estrechas, sol y silencio,
plenitud por doquier, jolgorio.
Sápidas fumaradas a mediodía.
En Aija onírica la mínima caminata era deleite.
El verde brumoso un trozo elíseo
sobre los adobes de la ciudad erudita.
¡Qué estropicios juveniles, qué aventuras gloriosas!
¡Qué aventuras enmarañadas las de entonces!
¡Qué tiempos de pañar ullmas entre los quenuales!
Primaveras de verdes encajes y rubio trigo.
Violetas flor de papa las faldas de la breve Anquilta.
Así llegaban las lluvias tras un preludio neblina.
La escuela se aligeraba y los adioses de temporada
se borraban con la risa navideña y los juguetes nuevos.
En Aija onírica vivir era deleite.
DE: versos conversos Copyright © 2013 de Rogger Alzamora Quijano
viernes, 25 de octubre de 2013
EN CURA DE AUSENCIA
Quedan tus ojos topacio para mi vacío
Alguna pradera sin tus brazos
Alguna comarca sin nombre
Los recuerdos persisten
Los libros invitan poco y menos
Apenas un par de amigos
Y una canción que menoscaba mi cordura
La casa el alba las flores la hoguera la cama
La urgencia tus brazos tu sexo
El acervo que en mis bolsillos llevo
La perenne ternura esperando
Tu vigencia insoslayable
Y también tus agravios gratuitos.
DE: versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2013 de Rogger Alzamora Quijano
domingo, 20 de octubre de 2013
OCTUBRE EN LIMA ES MORADO Y PARCO
Octubre en Lima es morado y parco.
Este octubre en Lima es morado parco y ajeno.
Se respira incienso se elevan plegarias pero
la Lima de octubre es un desierto morado vacuo silencioso
donde aguardo al Nazareno de todos que a mí me falta
y sufro de nostalgias que las plegarias no curan.
¿De qué me sirven cirios y aromas? ¿De qué incienso y promesas?
Soy carne de abandono. La excluida luz que ya no importa.
Este octubre soy un feligrés contrito
que te busca en la multitud de fieles penitentes
implorando al Hacedor lo hasta para Él imposible.
Un acólito que venera tus huellas y se hunde en ausencia.
Cofrade en octubre morado parco y ajeno
el último cien mil de los devotos
el vuelo gris de los sahumerios.
DE: versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2013 de Rogger Alzamora Quijano
lunes, 14 de octubre de 2013
CANCIÓN INÚTIL
El tiempo dulcifica los recuerdos
y maquilla la desdicha.
El silencio encubre la tragedia Meditango.
El olvido no puede.
La piel guarda rescoldos disturbios deleites
retornos sensaciones.
El tiempo pasa y destruye la canción
sinsabor del hechizo.
DE: versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2013 de Rogger Alzamora Quijano
jueves, 10 de octubre de 2013
ALICE MUNRO, PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2013
Escribe: Rogger Alzamora Quijano
EL RELATO CORTO EN LA CIMA
Alice Ann Munro (Ontario, Canadá, 1931) fue galardonada este jueves con el Premio Nobel de Literatura 2013.
La canadiense, reconocida narradora en lengua inglesa, había sido ya encumbrada como finalista del Premio Príncipe de Asturias de 2011 que ganara Leonard Cohen. Munro es considerada maestra del relato corto contemporáneo "basado en la claridad y el realismo psicológico". No solamente se trata de la primera canadiense que gana el premio de la Academia Sueca, sino también representa brillantemente un género que está ahora -y gracias también a Munro- colocado en la cima de las letras.
Entre sus obras destacan:
Something I’ve Been Meaning to Tell You (1974).
The Love of a Good Woman, 1998 y 2009.
Hateship, Friendship, Courtship, Loveship, Marriage, 2001 y 2007.
Too Much Happiness, 2009 y 2010.
Es una escritora todavía por descubrir especialmente en este lado del mundo, pero esa condición no durará mucho.
Comparto uno de sus deliciosos relatos:
DIMENSIONES
Por: Alice Ann Munro
Doree tenía que coger tres autobuses, uno hasta Kincardine, donde esperaba el de London, donde volvía a esperar el autobús urbano que la llevaba a las instalaciones. Empezaba la excursión el domingo a las nueve de la mañana. Debido a los ratos de espera entre un autobús y otro eran casi las dos de la tarde cuando había recorrido los ciento sesenta y pocos kilómetros. Sentarse en los autobuses o en las terminales no le importaba. Su trabajo cotidiano no era de los de estar sentada. Era camarera del Blue Spruce Inn. Fregaba baños, hacía y deshacía camas, pasaba la aspiradora por las alfombras y limpiaba espejos. Le gustaba el trabajo, le mantenía la cabeza ocupada hasta cierto punto y acababa tan agotada que por la noche podía dormir. Rara vez se encontraba con un auténtico desastre, aunque algunas de las mujeres con las que trabajaba contaban historias de las que ponen los pelos de punta. Esas mujeres eran mayores que ella y pensaban que Doree debía intentar mejorar un poco. Le decían que debía prepararse para un trabajo cara al público mientras fuera joven y tuviera buena presencia. Pero ella se conformaba con lo que hacía. No quería tener que hablar con la gente.
Ninguna de las personas con las que trabajaba sabía qué había pasado. O, si lo sabían, no lo daban a entender. Su fotografía había aparecido en los periódicos, la foto que él había hecho, con ella y los tres niños: el recién nacido, Dimitri, en sus brazos, y Barbara Ann y Sasha a cada lado, mirándolo. Entonces tenía el pelo largo, castaño y ondulado, con rizo y color naturales, como le gustaba a él, y la cara con expresión dulce y tímida, que reflejaba menos cómo era ella que cómo quería verla él.
Desde entonces llevaba el pelo muy corto, teñido y alisado, y había adelgazado mucho. Y ahora la llamaban por su segundo nombre, Fleur. Además, el trabajo que le habían encontrado estaba en un pueblo bastante alejado de donde vivía antes.
Era la tercera vez que hacía la excursión. Las dos primeras, él se había negado a verla. Si se negaba otra vez, ella dejaría de intentarlo. Aunque aceptara verla, a lo mejor no volvería durante una temporada.
No quería pasarse. En realidad, no sabía qué haría.
En el primer autobús no estaba muy preocupada; se limitaba a mirar el paisaje. Se había criado en la costa, donde existía lo que llamaban primavera, pero aquí el invierno daba paso casi sin solución de continuidad al verano. Un mes antes había nieve, y de repente hacía calor como para ir en manga corta. En el campo había charcos deslumbrantes, y la luz del sol se derramaba entre las ramas desnudas.
En el segundo autobús empezó a ponerse un poco nerviosa, y le dio por intentar adivinar qué mujeres se dirigían al mismo sitio. Eran mujeres solas, por lo general vestidas con cierto esmero, quizá para aparentar que iban a la iglesia. Las mayores tenían aspecto de asistir a iglesias estrictas, anticuadas, donde había que llevar falda, medias y sombrero o algo en la cabeza, mientras que las más jóvenes podrían haber formado parte de una hermandad más animada, que permitía los trajes pantalón, los pañuelos de vivos colores, los pendientes y los
cardados.
Doree no encajaba en ninguna de las dos categorías. Durante el año y medio que llevaba trabajando no se había comprado ropa. En el trabajo llevaba el uniforme, y en los demás sitios, vaqueros. Había dejado de maquillarse porque él no se lo consentía, y ahora, aunque podría hacerlo, no lo hacía. El pelo de punta de color maíz no pegaba con su cara lavada y huesuda, pero no importaba.
En el tercer autobús encontró un asiento junto a la ventanilla e intentó mantener la calma leyendo los rótulos, los de los anuncios y los de las calles. Tenía un truco para mantener la cabeza ocupada.
Cogía las letras de cualquier palabra en la que se fijara e intentaba ver cuántas palabras nuevas podía formar con ellas. De «cafetería», por ejemplo, le salían «te», «té», «fea», «cara», «cafre», «rifa», «cate» y…, un momento…, «aire». Las palabras no escaseaban a la salida de la
ciudad, pues el autobús pasaba por delante de vallas publicitarias, tiendas gigantescas, aparcamientos e incluso globos amarrados a los tejados con anuncios de rebajas.
Doree no le había hablado a la señora Sands de sus dos últimas tentativas y probablemente tampoco le hablaría de esta. Según la señora Sands, a quien veía los lunes por la tarde, había que seguir adelante, aunque llevara tiempo, sin forzar las cosas. Ella decía que lo estaba haciendo bien, que estaba descubriendo poco a poco su propia fortaleza.
—Ya sé que te dan ganas de matar a quien te dice esas palabras, pero es verdad —dijo.
Se sonrojó al oírse decir aquello, «matar», pero no quiso empeorarlo disculpándose.
Cuando Doree tenía dieciséis años —de eso hacía siete— iba a ver a su madre al hospital todos los días al salir del colegio. Su madre se recuperaba de una operación en la espalda, que al parecer era grave pero no peligrosa. Lloyd era celador. Tenía algo en común con la madre de Doree: los dos habían sido hippies, aunque Lloyd era unos años más joven. Siempre que tenía tiempo Lloyd entraba a charlar con ella sobre los conciertos y las manifestaciones de protesta
a los que habían asistido, la gente estrambótica que habían conocido, los viajes y colocones que los habían dejado hechos polvo y cosas así. Lloyd caía bien a los pacientes, por sus bromas y porque transmitía seguridad y fuerza. Era fornido, de hombros anchos, y lo suficientemente
serio para que a veces lo tomaran por médico. (No le hacía ninguna gracia; opinaba que gran parte de la medicina era una mentira y que muchos médicos eran unos gilipollas.) Tenía la piel rojiza y sensible, el pelo claro y la mirada insolente.
Un día besó a Doree en el ascensor y le dijo que era una flor en el desierto. Después se rió de lo que había dicho y añadió:
—¿Has visto lo original que puede llegar a ser uno?
—Es que eres poeta, pero no lo sabes —dijo Doree, por cortesía.
La madre de Doree murió una noche, de repente, de una embolia. Tenía muchas amigas, que habrían recogido a Doree —de hecho, se quedó con una de ellas una temporada—, pero ella prefería a su nuevo amigo, Lloyd. Antes de su siguiente cumpleaños estaba embarazada, y poco después casada. Lloyd no se había casado nunca, aunque tenía al menos dos hijos, de cuyo paradero no sabía gran cosa. De todos modos, ya serían mayores. Con la edad, Lloyd había adoptado otra filosofía de vida: creía en el matrimonio y en la fidelidad, pero no en el control de la natalidad. Y le pareció que la península de Sechelt, donde vivían Doree y él, estaba en aquella época demasiado llena de gente: viejos amigos, viejas maneras de vivir, antiguas amantes. Al poco Doree y él se trasladaron a la otra punta del país, a un pueblo que eligieron por el nombre mirando un mapa: Mildmay. No se instalaron en el pueblo; alquilaron una casa en el campo. Lloyd encontró trabajo en una fábrica de helados. Plantaron un jardín. Lloyd sabía mucho de jardinería; también de carpintería, y de cómo encender una estufa de leña y mantener bien un coche viejo.
Nació Sasha.
—Es muy natural —comentó la señora Sands.
—¿Sí? —dijo Doree.
Doree siempre se sentaba en una silla de respaldo recto ante una mesa, no en el sofá, con tapicería de flores y cojines. La señora Sands movió su silla hacia un lado de la mesa, para poder hablar sin ninguna barrera entre las dos.
—Casi me lo esperaba —dijo—. Creo que yo a lo mejor habría hecho lo mismo en tu lugar.
La señora Sands no habría dicho eso al principio. Hace un año, sin ir más lejos, habría sido más prudente, consciente de que Doree se habría sublevado ante la idea de que alguien, algún ser viviente, pudiera ponerse en su lugar. Ahora sabía que Doree se lo tomaría como una manera, una manera humilde incluso, de intentar comprender.
La señora Sands no era como algunas de las demás. No era dinámica, ni delgada, ni guapa. Ni tampoco demasiado mayor. Tenía más o menos la edad que tendría la madre de Doree, pero no el aspecto de una antigua hippy. Llevaba el pelo entrecano muy corto y tenía una verruga en lo alto de un pómulo. Vestía zapatos planos, pantalones holgados y blusas de flores. Aunque fueran de color frambuesa o turquesa, las blusas no transmitían una verdadera preocupación por la ropa; más bien parecía que alguien le había dicho que tenía que arreglarse un poco y ella, obediente, había ido a comprarse algo que pensaba que podía servirle. La amable, impersonal y sincera sobriedad de
la señora Sands despojaba aquellas prendas de todo entusiasmo agresivo, de toda ofensa.
—Pues las dos primeras veces ni lo vi —dijo Doree—. No quiso salir.
—¿Y esta vez sí? ¿Salió?
—Sí, pero apenas lo reconocí.
—¿Había envejecido?
—Supongo. Supongo que ha adelgazado un poco. Y esa ropa. De uniforme. Nunca lo había visto así.
—¿Te pareció una persona diferente?
—No.
Doree se mordió el labio superior, intentando pensar cuál era la diferencia. Estaba tan quieto… Doree nunca lo había visto tan quieto. Ni siquiera pareció darse cuenta de que tenía que sentarse enfrente de ella. Lo primero que le dijo Doree fue: «¿No te vas a sentar?». Y él contestó: «¿Estará bien?».
—Parecía ausente —dijo Doree—. ¿Lo tendrán drogado?
—Quizá le dan algo para mantenerlo estable. Pero la verdad, no lo sé. ¿Entablaron una conversación?
Doree pensó si de verdad había sido una conversación. Le había hecho unas cuantas preguntas, normales, absurdas. ¿Qué tal estaba? (Bien.) ¿Le daban suficiente de comer? (Él creía que sí.) ¿Había algún sitio donde pudiera ir a pasear si le apetecía? (Con vigilancia, sí. Él suponía que podía decirse que era un sitio. Suponía que podía decirse que era pasear.)
—Tienes que tomar el aire —le dijo Doree.
—Es verdad —le dijo Lloyd.
Doree estuvo a punto de preguntarle si tenía amigos. Como le preguntas a tu hijo por el colegio. Como se lo preguntarías a tus hijos, si fueran al colegio.
—Sí, sí —dijo la señora Sands, empujando suavemente la oportuna
caja de kleenex.
A Doree no le hacía falta, tenía los ojos secos. El problema estaba en la boca del estómago. Las náuseas. La señora Sands se limitó a esperar. Era lo bastante lista para no meterse en más honduras.
Y, como si hubiese adivinado lo que Doree estaba a punto de decir, Lloyd le había contado que había un psiquiatra que iba a verlo para hablar con él cada dos por tres.
—Yo le digo que está perdiendo el tiempo —añadió Lloyd—. Yo sé tanto como él.
Fue el único momento en que a Doree le pareció que volvía a ser el de antes. Durante toda la visita el corazón le latió con fuerza. Pensó que igual se desmayaba o se moría. Le cuesta tanto trabajo mirarlo, encajar en su campo de visión a aquel hombre delgado y canoso, inseguro pero frío, que se mueve mecánicamente pero sin coordinación…No le había contado nada de eso a la señora Sands. La señora Sands podría haber preguntado —con mucho tacto— de quién tenía miedo. ¿De él o de sí misma? Pero Doree no tenía miedo. Cuando Sasha tenía un año y medio nació Barbara Ann, y cuando Barbara Ann tenía dos años, tuvieron a Dimitri. Habían elegido el nombre de Sasha entre los dos, y después hicieron un pacto: él elegiría los nombres de los niños y ella los de las niñas.
Dimitri fue el primero con cólicos. Doree pensó que a lo mejor no tenía suficiente leche, o que su leche no era lo bastante nutritiva. ¿O era demasiado nutritiva? Lloyd llevó a una señora de la Liga de La Leche para que hablara con Doree. Pase lo que pase, no le dé ningún biberón complementario, dijo la señora. Eso sería el principio del fin, porque dentro de poco el niño rechazaría el pecho.
No sabía la señora que Doree ya le estaba dando biberones complementarios. Y parecía verdad que el niño los prefería; cada día estaba más tiquismiquis con el pecho. Al cabo de tres meses solo tomaba biberón, y entonces ya no hubo forma de ocultárselo a Lloyd. Doree le dijo que se había quedado sin leche y que había tenido que empezar a darle el complemento. Lloyd le apretujó un pecho y después el otro con frenética determinación, y logró sacarle unas tristes gotitas de leche. La llamó mentirosa. Se pelearon. Él le dijo que era una puta, como su madre. Dijo que las hippies esas eran todas unas putas.
Pronto hicieron las paces. Pero siempre que Dimitri se quejaba de algo, o estaba resfriado, o le daba miedo el conejito que tenía algún niño por mascota, o cuando seguía agarrándose a las sillas a la
edad en que su hermano y su hermana ya andaban solos, salía a relucir el fracaso en lo de darle de mamar.
La primera vez que Doree fue al despacho de la señora Sands, una de las otras mujeres le dio un folleto. En la cubierta había una cruz dorada y varias palabras en morado y oro. «Cuando tu pérdida parece insufrible…» Dentro había una imagen de Jesucristo en colores pálidos y unos caracteres más menudos que Doree no llegó a leer.
Sentada ante la mesa, aferrando el folleto, Doree se echó a temblar. La señora Sands se lo tuvo que arrancar de la mano.
—¿Te lo ha dado alguien? —preguntó la señora Sands.
Doree dijo:
—Esa. —Y señaló con la cabeza la puerta cerrada.
—¿No te interesa?
—Cuando estás fatal es cuando intentan pillarte —dijo Doree, y entonces cayó en la cuenta de que era algo que había dicho su madre cuando fueron a verla al hospital unas señoras con un mensaje parecido—. Se creen que vas a ponerte de rodillas y que todo irá estupendamente.
La señora Sands suspiró.
—Bueno, en realidad no es tan sencillo —dijo.
—Ni siquiera posible —añadió Doree.
—Quizá no.
Nunca hablaban de Lloyd en aquellos días. Doree nunca pensaba en él, si podía evitarlo, y si no podía pensaba en él como si fuera un terrible accidente de la naturaleza.
—Aunque creyera en esas cosas —dijo, refiriéndose a lo que había en el folleto—, solo sería para…
Lo que quería decir era que creer en eso le resultaría muy práctico, pues así podría imaginarse a Lloyd ardiendo en el infierno o algo por el estilo, pero fue incapaz de continuar, porque le parecía una estupidez hablar de algo así. Y porque se lo impedía algo ya muy conocido, una especie de martilleo en la tripa.
Lloyd era partidario de que sus hijos estudiaran en casa. No por razones religiosas —como no creer en los dinosaurios, los hombres de las cavernas, los monos y todas esas cosas—, sino porque quería que estuvieran junto a sus padres y que se adentrasen en el mundo poco a poco y con cuidado, no que los lanzaran a él de golpe. «Es que da la casualidad de que pienso que son mi hijos —decía—. O sea, nuestros hijos, no los hijos del Departamento de Educación.»
Doree no estaba muy segura de poder manejar aquello, pero resulta que el Departamento de Educación tenía sus directrices y sus planes de estudios, que podían encontrarse en la escuela del pueblo. Sasha era un chico inteligente que prácticamente aprendió a leer solo, y los otros dos eran demasiado pequeños para aprender gran cosa. Por las noches y los fines de semana Lloyd le enseñaba a Sasha geografía, el sistema solar, la hibernación de los animales y cómo funciona un coche, tratando cada tema a medida que surgían las preguntas. Sasha enseguida se adelantó a los planes de estudios de la escuela, pero Doree iba a recogerlos de todos modos y lo ponía a hacer los ejercicios a tiempo para cumplir con la ley. Había otra madre del barrio que también educaba a los niños en casa. Se llamaba Maggie y tenía una furgoneta pequeña. Lloyd necesitaba el coche para ir a trabajar y Doree, que no había aprendido a conducir, se alegró cuando Maggie se ofreció a llevarla una vez a la semana para entregar los ejercicios terminados y recoger los nuevos. Naturalmente, se llevaban a todos los niños. Maggie tenía dos chicos. El mayor sufría tantas alergias que la madre tenía que vigilar estrechamente todo lo que comía; por eso le daba clase en casa. Y después Maggie pensó que el pequeño también podía quedarse allí. El niño quería estar con su hermano, y además tenía problemas de asma.
Qué agradecida se sintió Doree, al compararlos con los tres suyos, tan sanos. Lloyd decía que era porque los había tenido de joven, mientras que Maggie había esperado hasta llegar casi a la menopausia. Lloyd exageraba la edad de Maggie, pero era cierto que había esperado. Maggie era optometrista. Su marido y ella habían sido compañeros de trabajo y no tuvieron familia hasta que ella pudo dejar la consulta y encontraron una casa en el campo.
Maggie tenía el pelo entrecano, muy corto y pegado al cráneo. Era alta, de pecho plano, jovial y de ideas fijas. Lloyd la llamaba la Lesbi. Solo a sus espaldas, claro. Bromeaba con ella por teléfono pero a Doree le decía, solo moviendo los labios: «Es la Lesbi». A Doree no le importaba mucho, Lloyd llamaba lesbis a muchas mujeres, pero le daba miedo que a Maggie las bromas le parecieran demasiado amistosas, inoportunas o al menos una pérdida de tiempo.
DE: DEMASIADA FELICIDAD, Alice Munro, Editorial Lumen, 2010, 352 páginas.
martes, 8 de octubre de 2013
LEJANÍA
Lejos de serenos serenatas y crepúsculos,
escuela amigos envidia noches alcohol.
De amores y pactos confianza y desilusión.
De misas y de café. De calles deshabitadas.
De cirios dolor en la procesión de la vida.
De notorios desaciertos y pírricas victorias.
Lejos de humo lisonjas y traiciones,
saña oprobio dolores y rencores.
De gloria escolar y niñez apoteósica.
De lobos con piel de amigos traición soez.
De molinos gigantes y escueta mies.
Lejos de mi mundo cerca de mi tierra.
Del mar sabor brisa vaho prisa albricias.
Entre las calles Maravillas y La Victoria.
Lejos de huesos venas carne y sentencia.
DE: versos conversos Copyright © 2013 Rogger Alzamora Quijano
sábado, 5 de octubre de 2013
¿DONDE ESTÁS RULFO?
¿Dónde estás Rulfo?
¿Sobre la hamaca del desolado patio?
¿Tras el brindis de humo sabroso de tus tejados?
¿En mi Comala de calles secas y padre ausente?
Soy lo que soy y lo que me persigue.
La desolación que veo y toco.
El Macario cotidiano que me conmueve.
El jolgorio de los abrazos. El sillón de los desvaríos.
La tina del deleite. Las sábanas donde me prenden fuego.
Desayunos escasos y renuncias.
Apocalipsis media luz y despojos.
Metáforas de lo imposible.
DE: versos conversos Derechos ReservadosCopyright © 2013 de Rogger Alzamora Quijano
miércoles, 2 de octubre de 2013
MELODRAMA
Marchaban los sindicatos ¿recuerdas Ariana?
El caos en las calles me detuvo mientras tú
en el restaurante te atascabas entre rabia e impaciencia.
¿Qué nubló tus cielos aquel día, para que la promisoria cita terminara en desdicha?
De pronto estábamos en constelaciones distintas,
navegando en una fatal premonición.
Canjeamos abrazo por besos en las mejillas.
No ha pasado poco tiempo Ariana.
Para mí cada día ha sido un paso al vacío.
Voy a beber agua dijiste por respuesta.
¿Un trago? Agua, sólo agua.
Yo, un café. El adiós cancerbero.
Seguí tratando de detener la avalancha.
Me miraste desde tu pedestal.
Marchaban los sindicatos ¿recuerdas Ariana?
Cuando aún no terminabas de sentenciarme yo ya volaba sobre tu soberbia.
Mi silencio fue cortesía para el mesero antes de proceder.
Tenías que haberme deslumbrado con tu mirada,
aplastarme con tu tacto azul y subrepticio.
Poner mi vida a tus pies.
Fuiste generosa conmigo. Yo tampoco escatimé nada.
Esa vida feliz la perdimos en dieciséis semanas.
Cada silencio, cada desaire, cada actitud fueron puñaladas de adiós y desatino.
Mientras callabas yo te miraba.
Pestañas largas como plumas de Bennu.
Boca cornalina que invita al asombro. Talle sabroso.
Qué tardes épicas en los campos de Toscana.
Qué disfrute absoluto de árboles y madrugadas.
Lloviznas de tu aliento azucarado.
Jubilosas alas de tu risa monarca.
Aquél verano inverosímil y propicio donde
ocultos tras una aldea costera descubrimos emoción y pasión.
El amor perfecto.
Aquél verano de cuerdas de arena, brisa cómplice, gente modesta,
la ensenada, los cormoranes, la luz diamante, el abrazo del trepidante sol.
Y en otro mundo el gélido invierno a orillas del río,
el aire que congeló los recuerdos y las mustias fotografías,
la arcilla donde sellamos nuestro futuro,
la desfachatez de los petirrojos fisgones.
Y en el otro mundo el infinito azul con los aviones
convulsiona moribunda la quimera, la felicidad y el caos.
El disfrute y el tedio, los extremos dialécticos de la vida.
Los arpegios de nuestra música andina, los colores de mis lienzos y arquetipos,
nuestra soberanía sobre la comarca inhóspita,
en los bucólicos pagos de nuestros abuelos.
¿Cómo ignorar las furias y enconos que como galgos iban tras la liebre del amor perfecto?
¿Cómo hacernos sordos ante la música que duele y seguirá doliendo?
Tal vez colocando un velo sobre los recuerdos y así cada día seguir oscureciendo nuestra ubérrima historia,
o no dejando que nadie que nadie más advierta la sombría huella de nuestro infortunio.
Veremos cómo se acaban los tiempos en la orilla del mar del ensueño, o en el lago negro al pie de la montaña,
viudos de tacto, vestidos de luto.
Ariana, señera luna en las praderas esta noche:
aquella vez y junto a las flamas en ristre de los insurrectos,
nuestro amor palidecía anémico, taciturno, desahuciado.
Sólo tuvimos que intercambiar ironías en el vasto patio del amor desquiciado.
DE: versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2013 Rogger Alzamora Quijano
martes, 24 de septiembre de 2013
LA DESPEDIDA
Aquél veintitrés de septiembre el día era brillante como tu rostro.
Tejías como en los viejos domingos rumbo al campo.
Ovillo de lana, bolso amarillo, manos colibríes.
Penúltima esperanza de eternidad.
Me senté y te vi tejer mientras me preocupaba por sembrar el futuro.
Por la tarde dormiste un poco antes de regresar al suéter amarillo.
Hablamos mientras mirabas cómo las sombras conquistaban la ciudad.
Es un lujo tener una cama en un hospital, dijiste.
Es un lujo tener una mamá como tú, pensé.
Quizás no debí haberme ido,
pero quise regalarte al día siguiente la mejor nota de la clase.
Quizá no debí haberme ido.
Hubo nota y mañana y hubo noticia.
Cuando desperté, habías volado.
DE: versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2013 de Rogger Alzamora Quijano
lunes, 23 de septiembre de 2013
¡CUÁNTO TUVE QUE ANDAR PARA LLEGAR HASTA TU BOCA!
¡Cuánto tuve que andar para llegar hasta tu boca!
Lodazales, páramos y acantilados, amor mío.
Y te encontré frente al sol como una flor afable,
cuando mis rodillas comenzaban a claudicar.
Transité noches temibles, arenas hirvientes,
pesadillas insepultas, turbias sentencias.
Llegué hasta tu casa una tarde color rojo violeta,
torrado y mustio a la intemperie del desamor.
Te conté de felonías, te mostré mi alma encallecida y displicente.
Y tú agua pura, lavaste mis abrojos.
No estuve solo en las estepas que calcinaban mi fe.
Tu estrella sigilosa me alumbraba siempre,
el son de tus caderas pasaba a medianoche,
con su ritmo encanto para remendar mis grietas.
El hosco cascarrabias que no conoces
fundó el camino hacia tu boca.
Atrapado en medio de tus volcanes,
sediento y ávido de tu susurro inmediato,
partido en dos y ciego de primaveras,
errabundo y volátil lejos de tu ombligo,
ofrendo mi cuerpo bizarro y prescindible.
No hay navaja que corte mi esperanza,
flor montuna piedra esmeralda.
Ya el frío no nos matará de silencio
manzana carnal alma iluminada.
DE: versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2013 de Rogger Alzamora Quijano
jueves, 19 de septiembre de 2013
CUANDO ESTÁBAMOS ENAMORADOS
¿Recuerdas cuando estábamos enamorados?
Coartábamos celadas y cruzábamos
sobre odios y envidias para fundar lo nuestro.
Hurtábamos trozos de medianoche,
reincidíamos en el vino de los propósitos,
construíamos firmes sobre la casualidad.
Bailábamos sobre fuego y espinas,
lamíamos nuestras heridas,
despreciábamos el lapso y la sensatez,
hervíamos bajo las sábanas frías,
burlábamos la inquisición.
Éramos.
Pero no pudimos vislumbrar la tragedia.
Ya no era el amor de tu vida.
De pronto ya no me derretían tus ojos.
No te marcó mi nombre.
Dejaste de sacudir mi pecho.
Hoy no somos.
DE: versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2013 Rogger Alzamora Quijano
domingo, 15 de septiembre de 2013
EL HÉROE DISCRETO, LA NUEVA NOVELA DE VARGAS LLOSA
Escribe: Rogger Alzamora Quijano
"Desgraciadamente, vivimos en un mundo en el que muchas veces la ambición hace que se desmoronen los principios, los valores, y que se delinca sin ningún escrúpulo" declaró Vargas Llosa hace poco.
"Felícito Yanaqué, dueño de la empresa de Transportes Narihualá, salió de su casa aquella mañana, como todos los días de lunes a sábado, a las siete y media en punto, luego de hacer media hora de Qi Gong..." Así empieza el primer capítulo de EL HÉROE DISCRETO, nueva novela de Mario Vargas Llosa, y la primera después de haber recibido el Nobel de Literatura en 2010. Su estreno mundial fue el 12 de septiembre pasado.
Vargas Llosa nos sorprende con una novela situada en Perú, específicamente en Piura y en Lima. Su narrativa, como siempre ágil, comienza con un epígrafe de Jorge Luis Borges: "Nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo" (de: El hilo y la fábula). Con este sabio consejo del maestro Borges ya yo estaba atrapado. Comencé a buscar a un Vargas Llosa mejor que aquél de El sueño del Celta.
"Bueno, bueno -dijo por fin (el sargento Lituma) haciendo una mueca que Felícito no llegó a interpretar-. Éstas son las consecuencias del progreso don.
Al ver el desconcierto del transportista, aclaró, sacudiendo la carta que tenía en la mano:
- Cuando Piura era una ciudad pobre, estas cosas no pasaban. ¿A quién se le iba a ocurrir entonces pedirle cupos a un comerciante?"
Vargas Llosa aborda el tema de la delincuencia, la extorsión, el crimen, pero también el de la lealtad, el valor y la lucha en sus principales personajes, gente común, quienes se muestran como los héroes cotidianos que el bullicio de la ciudad oculta cada día. Piura, aquella entrañable ciudad donde Vargas Llosa pasó parte importante de su vida, trae también de regreso algunos recordados personajes 'vargasllosianos', como Lituma, Lucrecia, Rigoberto y Fonchito, trastocados por el tiempo y las nuevas circunstancias. Pareciera que así el escritor buscara también darnos -al menos- la literaria sensación de un retorno a su patria.
La obra narra las vidas paralelas de dos familias comunes: la de Felícito, un pequeño empresario transportista amenazado por extorsionadores que le exigen pagar cupos -a lo que él se niega de plano-; y la de Ismael Carrera, acaudalado viudo, quien sólo quiere retirarse para cumplir su sueño: ser feliz y por fin disfrutar de la vida con Armida, su mucama con quien desea casarse. Ello desata la ira de sus hijos, quienes ven amenazada la fortuna familiar. La alta sociedad, al mismo tiempo que sus hijos, trata de imponerle la cortapisa de sus convencionalismos. Pero Felícito e Ismael, cada uno a su manera, luchan para hacer prevalecer sus principios éticos. EL HÉROE DISCRETO es una novela que trata de rescatar a los héroes comunes, cotidianos, que por lo general pasan desapercibidos en una sociedad cada vez más acostumbrada a la superficialidad. Además, nos devuelve a un Vargas Llosa con aquél fino humor que habíamos casi olvidado.
Burguesía y clase emergente, traición y lealtad, amor y odio, corrupción y ética, ángulos primos desde donde Vargas Llosa ha tejido su sabrosa nueva novela, con un lenguaje vivaz y lleno de los lugares íntimos que, desde luego, guarda en su memoria (por más que a veces no lo parezca). Para mí EL HÉROE DISCRETO está a la altura de La Fiesta del Chivo.
¡Hay motivos para celebrarlo, con un buen seco de chavelo y su poto de chicha, ché guá!
EL HÉROE DISCRETO, Mario Vargas Llosa, Editorial Alfaguara, 2013, Novela, 392 páginas.
ISBN: 9788420414898
miércoles, 11 de septiembre de 2013
AL OLVIDO
Viajas al olvido para matar su nombre,
para no extrañar un minuto de su sonrisa.
Para no revelar este amor obseso,
para no tener que reclamar un abrazo,
una mirada orquídea un cielo sonrisa.
Para no pensar ni volver a pensar.
Para no fracturar la resistencia.
Para no seguir temiendo calles y plazas,
para no enfermar de evocaciones.
Mejor cansado y lleno de vestigios
que muerto de miedo y renuncia.
Cerrar la ventana matar los ecos y las madrugadas.
Letras tormentos paredes. La resolana de nostalgias.
DE: versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2013 de Rogger Alzamora Quijano
lunes, 9 de septiembre de 2013
LA ESPADA
No te faltará nada. Te esconderé.
Ni frío ni destierro.
Nada te arrancará el aliento.
Ni mi cuerpo ni mi mano.
Sé que soy escaso cuando estás dormida
y te agobian las amenazas.
Pero aunque poco soy tu espada,
el filo que corta en dos las angustias.
DE: versos conversos Derechos reservados Copyright © 2013 Rogger Alzamora Quijano
domingo, 8 de septiembre de 2013
CUSCO, MACHU PICCHU, HUAYNA PICCHU EN 10 DÍAS
Escribe: Rogger Alzamora Quijano
Cusco y Machu Picchu son Patrimonios de la Humanidad desde 1983, por la UNESCO.
El Santuario Histórico de Machu Picchu (Montaña Vieja) es desde 2007 una de las "7 Maravillas del Mundo Moderno"
Actualización del autor: Después del viaje narrado en esta crónica, he ido al Cusco al menos una vez cada año. Para mí Machu Picchu y Cusco son, histórica y culturalmente, únicos en el mundo. Sólo hay que detenerse a imaginar la obra de los incas paso a paso, piedra a piedra. A mi crónica del año 2013 no le quito ni una coma. Añado sí la actualización de mi visita a Wayna Picchu y la recomendación -especialmente a todo peruano(a)- de que es imprescindible visitar Cusco y Machu Picchu más de una vez -y Wayna Picchu al menos una vez en la vida- solo hay que contar con una condición física aparente para la escalada.
Más abajo, no dejen de ver mi video testimonial Escalar / Climb to Huayna Picchu.
CUSCO Y MACHU PICCHU, EL PLANEAMIENTO ES IMPORTANTE
Conocer Cusco, Machu Picchu, y todo el circuito turístico alrededor es prioritario para todos, pero especialmente para los peruanos y puede ser más fácil y cómodo tomando algunas precauciones. Yo no tomé varias, lo admito, pero ese hecho motiva la siguiente crónica, que contiene información importante para un turista nacional promedio, como yo.
Tip 1: Si eres turista nacional lleva sí o sí tu DNI, te ahorrará mucho dinero.
Comprar el pasaje en avión es una buena idea, y mejor si se hace con anticipación. Dos o tres meses antes del viaje los precios pueden ser económicos para los peruanos, incluso más que ir en bus. Yo compré por cincuenta dólares ida y vuelta. Viajando en avión gané tiempo, porque salí de Lima a las 7 am y al borde de las 9 am estaba ya en la ciudad imperial, que me recibió con un agradable clima de 24 grados centígrados.
Tip 2: Es preferible visitar Cusco, en lo posible, entre la segunda semana de Mayo y tercera de Julio, si deseas comodidades y cumplir todos tus objetivos. Desde la última semana de julio hasta la segunda semana de Septiembre (y aún hasta noviembre, cuando comienzan a aparecer las lluvias) turistas extranjeros y nacionales -colegiales en viaje de graduación incluidos- convierten el circuito en una despiadada pugna entre oferta y demanda. Yo elegí la tercera semana de agosto, entonces tuve algunos problemas.
Día 1.- Apenas llegué al aeropuerto de Cusco, tomé un taxi en el exterior. Le pedí al taxista me llevara al Paradero Pavitos. Me cobró 5 soles. De allí abordé una minivan hacia la ciudad de Urubamba, a menos de dos horas de Cusco, en pleno Valle Sagrado de los Incas, por 10 soles. Allí comencé a sentir la paz, encanto y belleza del paisaje. No me canso de celebrar mi decisión de haber elegido el Valle del Urubamba como base (por 40 dólares la noche incluido desayuno) para pernoctar y desplazarme. Todo está muy cerca y cuenta con buenos y fáciles accesos.
Tip 3: Aunque en ningún lugar del planeta se puede estar libre de delincuentes, puedo decir que -tomando precauciones- Cusco es una ciudad segura.
Día 2.- A Ollantaytambo. También en minivan (o Starex, como algunos las llaman), por 4 soles. El recorrido es excepcional, inolvidable, relajante. Compré mi Boleto Turísitico(BGT). Hay varias opciones: General: 130 soles; estudiantes extranjeros y turistas internos: 70 soles; estudiantes nacionales -con carnet válido-: 40 soles; y cusqueños y residentes -con ubigeo en el DNI que consigne Cusco como lugar de votación-: gratis. Yo compré el de 70 soles, válido por 10 días, en la misma boletería de ingreso a la ciudadela de Ollantaytambo. Con ese mismo boleto, además, se puede ingresar a 16 lugares de interés, en Cusco y el Valle Sagrado (varios de los cuales yo había elegido como prioritarios: Ollantaytambo, Pisac y Chinchero).
Las magníficas ruinas de Ollantaytambo con su glorioso pasado inca deslumbran de inmediato. El largo ascenso muestra asombrosos rastros de la orgullosa raza inca. Ollantaytambo requiere al menos tres horas para visitarlo. Yo me regalé cinco. Siempre he preferido la calidad de tiempo a la cantidad de destinos. Ollantaytambo merece ser visitada en detalle, con tranquilidad y atención.
Luego de regresar a la ciudad, almorcé en un lugar con una espectacular vista del río, después caminé las angostas callecitas de la ciudad. Piedra e historia en armonía con clima, naturaleza y silencio-. Al filo de las seis regresé a Urubamba.
Día 3.- A Ollantaytambo, para conseguir mi boleto hacia Machu Picchu. Allí recibí mi primera alerta: el dueño del hotel me dijo la noche anterior que no iba a ser tan fácil. Me dirigí a PERURAIL –a unos trescientos metros de la plaza de Ollantaytambo- que es la empresa de trenes hacia Machu Picchu que dispone de vagones para el turismo interno llamados "Tren Local": 20 soles ida y vuelta. Hay además otras clases de vagones en esta empresa, generalmente para turistas extranjeros: Expedition, desde 124 dólares ida y vuelta, sale una vez al día desde Cuzco y Ollantaytambo; Vistadome, desde 220 dólares ida y vuelta, sale una vez por día, vista panorámica, aire acondicionado, calefacción, etc., y Hiram Bingham, desde 600 dólares ida y vuelta, de lujo. La otra empresa, Inca Rail, tiene clase Turista y Ejecutivo, desde 150 y 250 dólares respectivamente ida y vuelta, y Primera Clase, desde 300 dólares, su servicio más costoso. Hay vagones especiales para residentes y trabajadores de la zona.
Tip 4: Compra los boletos con anticipación vía internet desde cualquier punto del país. Deberás pagar vía Banco de la Nación. No necesitas tarjeta de crédito. En caso no lo hayas hecho y estés en Cusco te recomiendo comprarlos apenas llegas. Tres días de anticipación para Comprar un boleto de tren estando ya en Cusco es muy poco tiempo. Para entonces tal vez ya no haya disponibles. Las agencias de viajes y los operadores turísticos acaparan a veces más de lo necesario. Este es el mayor problema, dado el momento y la urgencia. Comprar ese boleto de ida y vuelta es el reto para un turista nacional desde la última semana de Julio hasta la tercera de Agosto.
En la ventanilla de PERURAIL me preguntaron si ya tenía el boleto de ingreso a la ciudadela de Machu Picchu. Mi lógica de que podía comprarlo en la ciudad de Ollantaytambo no funcionó, como no funciona la lógica para muchas otras cosas cuando se quiere visitar Machu Picchu. Tuve que ir hasta el Cusco y comprar mi boleto para ingresar a Machu Picchu en el Ministerio de Cultura. Eso, sin embargo, en lugar de una traba fue una oportunidad. Era temprano, podía usar mi BGT para ir a Pisac y Chinchero, de paso a Cusco. Así fue. Tomé una minivan hasta Urubamba, y de allí otra a Pisac donde visité el famoso mercado artesanal, que abre sólo jueves y domingo. Valió la pena. Pisac me significó casi tres horas, y Chinchero otro par de horas más, con almuerzo incluido. De allí a Cusco. Cuando llegué, en el Ministerio de Cultura había tal fila que me asusté. Eran casi las cuatro de la tarde y la atención es hasta las 5 pm. Pero la diosa fortuna acudió en mi ayuda. Rubén, un amigable cusqueño, me tranquilizó: la fila es para quienes deben registrar a sus niños. Desde su tableta reservó mi boleto por internet. Hecha la reserva me acerqué a la ventanilla y pagué. En menos de un minuto tenía mi boleto para Machu Picchu por 64 soles (para extranjeros cuesta 126 soles). Agradecí a Rubén y regresé a Urubamba a dormir. Al día siguiente tendría que ir muy temprano por el escurridizo boleto de tren. El francés me dijo, en el hotel, que por internet se podía conseguir boletos de tren a 130 dólares. Yo descarté de inmediato tal posibilidad. Estaba fuera de mi presupuesto.
Tip 5: El Tren Local sale 5:07, 12:58 y 21:00, de Ollantaytambo a Machu Picchu. Y viceversa: 6:00, 14:55 y 21:30 horas. La ciudadela de Machu Picchu está abierta al público entre las 6:00 y las 17:30 hrs. El acceso a Huayna Picchu es en dos turnos: 7am y 10 am, y requiere registro previo y pago de 24 soles para toda persona nacional o extranjera, pues sólo hay cupo diario limitado.
Día 4.- Muy temprano en Ollantaytambo. Ya la cola tenía unas 20 personas por cada ventanilla. No todos buscaban los mismos boletos que yo, pero sí la mayoría. Mostré mi boleto de ingreso a Machu Picchu al empleado de PERURAIL para convencerlo de extenderme el de tren. Mientras hacía la fila me enteré de que no había boletos disponibles hasta tres o cuatro días después. En efecto, el empleado me lo confirmó tajantemente. Preocupado, mas no desanimado, hice otra vez la cola -para otra ventanilla-. Aquí tuve más suerte. Karina, una amable empleada, me extendió el boleto para el asiento D-43 (¿no era que no había lugar, ni para ir en intermedio?), pero dijo que era imposible extenderme el boleto de regreso. Me aconsejó comprarlo en Aguas Calientes, para eso tendría que hacer cola desde las 3:00 en ventanilla, dijo. No lo dudé, pese a la incertidumbre que eso significaba. Agradecí a Karina y me fui a buscar una buena comida, que me durara todo el día. ¡Tenía ya mi boleto en el Tren Local a Machu Picchu, por 10 soles!
Estuve en la Terminal de trenes media hora antes de la hora. A las 12:58, el tren comenzó a moverse. El recorrido es fantástico, los paisajes hermosos, buen clima y el Río Urubamba discurriendo junto a nuestro tren (ver mi video en VIMEO y en YOUTUBE). Aquí tuve otro golpe de suerte: en el tren conocí a Daniela, una guía de turistas. Me dio abundante información sobre los secretos para hacer turismo en Cusco pero, además, me recomendó con su amiga, dueña de un hotel en Aguas Calientes, para que me reservara una habitación allí, cosa que con el entusiasmo no había tenido en cuenta (de no haber sido así, habría sido imposible encontrar una habitación –que resultó cómoda, limpia y con una excelente vista de la ciudad-).
Hora y media después de haber partido de Ollantaytambo, el tren arribó a Aguas Calientes, la ciudad pequeña pero vivaz y encantadora, que se acurruca sin temor al pie de las enormes montañas que la rodean. Pagué los 100 soles del hotel, tomé posesión de mi habitación (hay hoteles de todo precio -hasta de 550 dólares por noche). Luego fui a la ventanilla de PERURAIL. Fue más fácil de lo que había imaginado: obtuve el boleto de retorno en menos de dos minutos y también por 10 soles. Sólo me quedaba comprar el del bus Consettur hacia Machu Picchu, 30 soles ida y vuelta. Estos salen tan pronto como se llenan (y eso no tarda más de 10 minutos).
Tip 6: Compra una o dos botellas de agua. En Ollantaytambo cuesta 1.50, en Aguas Calientes 3.00 y en Machu Picchu 10 soles.
La subida hacia Machu Picchu es espectacular. A medida que el bus alcanza más altura, las montañas de enfrente se alzan verdes, enormes, señoriales. Veinte minutos o media hora después se llega a la gran ciudadela. No se puede evitar el asombro por lo que se está viendo. La ansiedad apura también por lo que aún falta verse. El clima era perfecto, unos 23 a 26 grados (se dice que puede haber lluvias aisladas). Había que subir y bajar escaleras incas, pero la emoción logra que la experiencia sea única. Pablo Neruda me atizó con su poesía en medio de mi asombro. Quisiera haber podido quedarme más tiempo, quizá esperar la noche en la majestuosa cumbre, pero a las 17:30 los guarda-parques persuaden a la gente a que se retire. Ha sido una experiencia insuperable, pero no completa. Volveré cuantas veces sea posible.
Llegué a Aguas Calientes al filo de las siete. Ya la oscuridad envolvía a la pequeña ciudad, pero su frenético ritmo se podía ver desde cualquier ángulo. Los lugareños y turistas nacionales y extranjeros se confundían en animadas charlas en los cafés y restaurantes, o en plena calle. Danzantes y músicos celebraban el final del día y presagiaban una espléndida noche en la ciudad agazapada.
Tip 7: Si te es posible quédate a dormir en Aguas Calientes. La noche allí es fantástica. La gente se mueve envuelta por la magia del Machu Picchu, de su historia de ingenio, sagacidad, portento y dolor que la increíble ciudad-cumbre simboliza. Una noche en Aguas Calientes es perfecta para cerrar el círculo de ensueño.
Día 5.- Tren a Ollantaytambo. Hermoso amanecer desde la ventana. Hora y media después Ollantaytambo, con sol intenso y aire fresco. De inmediato a Urubamba, a chequear la salida del hotel. Me recibieron con calor familiar. Me sentí de lo mejor. Me había guardado las dos últimas noches para Cusco. Partí hacia allá.
Llegué a mediodía, para almorzar chicharrones en la calle Pampa del Castillo. Delicioso y diferente. Por la tarde caminé por la ciudad y de noche me fui al Centro Qosqo de Arte Nativo (con mi BGT). A la salida, exquisita cena buffet en un balcón con vista a la Plaza de Armas.
Día 6.- Por la mañana, un buen desayuno en el Mercado San Pedro, luego buscar un city tour para, por la tarde, visitar Qoricancha, Saqsayhuamán, Qenqo, Pukapukara, etc. Interesante circuito, pero hay demasiada gente y ello lo convierte más en un negocio que en un servicio o un disfrute. La próxima vez alquilaré un auto o un taxi para este mismo recorrido. Retorné a la capital inca a las 8pm.
Tip 8: En Cusco hay city tours desde 15 soles -incluye guía- y recorren cada uno de los puntos de la Capital Arqueológica de América consignados en el BGT.
ESCALAR HUAYNA PICCHU (ADENDA - 2017)
El magnífico Valle Sagrado de los Incas es deleite para los ojos y el espíritu. Yo acudo cada año a esta zona y prefiero y recomiendo establecerse en Ollantaytambo para alistar mente, cuerpo y espíritu antes de acometer lo planificado. En mi caso, esta vez mi reto era Wayna Picchu.
A sabiendas de la gran demanda para apenas doscientos cupos diarios para escalar Wayna Picchu, dos meses antes reservé online mis boletos. Debo decir que buena parte de los problemas que los viajeros nacionales y extranjeros encuentran en su afán por visitar esta magnífica plaza, y que han sido materia de duras y muchas veces justas críticas a los proveedores de servicios —trenes, buses, boletos—, se producen a causa de la improvisación. Hay que planificarlo todo con tiempo. Elegí la primera quincena de junio para llegar hasta Wayna Picchu y no tuve problemas. Todo funcionó como un reloj suizo.
Tip 1
Si eres viajero nacional y quieres conseguir el tren correspondiente para ir a Aguas Calientes, no esperes conseguir boletos en Cusco. Debes ir a Ollantaytambo a comprarlos. Dirígete a la estación a las 5 am y encontrarás cupos sin problemas. En último caso ve al km 82 y espera a abordar el tren para residentes y trabajadores que pasa por allí aproximadamente a las 13:00.
Dos días antes, al salir de Lima sufrí un esguince y estaba tan adolorido que no podía caminar. Mi ilusión por no perderme esta experiencia me hizo rebelarme y casi de milagro, unas horas antes, al amanecer del día D, me sentí ligero, entero y presto. Cuando salí a la calle pasaba la procesión del Señor de Choquekillka acompañado de una impresionante caravana de danzantes y fieles. Me sumé al fervor con intrínseca gratitud.
A partir del 30 de mayo de 2017 han cambiado las condiciones y horarios de los trenes nacionales, el tiempo de permanencia en la ciudadela de Machu Picchu y la necesidad de contar con la obligación de contar con los servicios de guías. El tren nacional parte hacia Aguas Calientes en solo dos horarios: 10:30 am y 9:30 pm.
Yo abordé el de las 10:30 am, un día antes de mi travesía programada hacia Wayna Picchu. Me quedé en un hotel cómodo, limpio y económico en Aguas Calientes, donde me gusta disfrutar el imponente paisaje del entorno. Esta vez encontré la ciudad sumida en un caos más notorio que antes. La tugurización y el mercantilismo a ultranza hacen presa de esta pequeña ciudad de paso. Para mi no hay mucho que hacer, solo caminar y admirar las montañas circundantes. Hay muchos —demasiados— restaurantes, pero pocos —muy pocos— de calidad.
Tip 2
Hay dos horarios para ascender Wayna Picchu: entre 7:00- 8:00 y entre 10:00-11:00 am. Yo elegí el segundo porque quería tener tiempo soleado y visibilidad. A veces la neblina cubre la montaña a tempranas horas. También es cierto que comenzar a ascender entre 10:00 y 11:00 am nos pondrá a merced del intenso sol, pero la claridad es un factor que bien vale sudor y calor.
Amaneció en Aguas Calientes. El sol iluminó las cumbres sobre un fondo azul fastuoso. Tomé mi mochila con trípode, cámara, agua y casaca cortaviento y salí a desayunar. Eran las 7:20 am . Después de un desayuno con avena y pan con palta en el mercado, me fui a hacer la fila para los autobuses. Había poca gente, así que no tardé mucho en estar sentado en mi asiento. Cuando arribamos a Machu Picchu el reloj marcaba las 9:00 am. Tendría tiempo para un vistazo a la espléndida ciudadela antes de tomar la ruta a Wayna Picchu. Era la cuarta vez que estaba ante el mismo panorama y aún así no pude evitar el asombro y la emoción. El cielo pintaba unas cuantas nubes en un paisaje indescriptible. Al filo de las diez comencé a caminar hacia la puerta de entrada a Wayna Picchu.
Tip 3
No llevar trípode. No hay espacio suficiente en la breve planicie de Wayna Picchu y no es conveniente instalar un trípode limitando aún más el espacio a las personas.
Un dependiente me mostró el libro de control de ingreso y salida, mientras me solicitaba mi boleto. Firmé el libro y me dirigí a cumplir mi sueño. De inmediato un descenso bastante abrupto me recibió como una muestra de lo que se venía. Alguien dijo que todavía era tiempo de arrepentirse. El radical descenso duró algunos minutos en los que me topé con un grupo de extenuados japoneses. Casi no podían continuar. La mayoría de ellos trepaba la escarpada cuesta a gatas. Y yo recién comenzaba. En fin, volví a recordarme que era mi oportunidad. Crucé la breve garganta que une Machu con Wayna. Los que retornaban me alentaban pese al evidente agotamiento físico.
Soy de Aija, capital de la provincia del mismo nombre en Ancash, Perú. Vengo de una comarca donde se acostumbra jugar entre precipicios y acantilados, pendientes, vegetación y abrupto suelo. Aunque salí de mi pueblo hace cuatro décadas, no he olvidado mi abolengo montuno y puedo identificar fácilmente los tipos de suelo, las plantas resistentes, y adoptar la inclinación del cuerpo necesaria para acometer pendientes peligrosas. Eso, sumado a mi experiencia como caminante, me sirvió para tomar un ritmo constante tanto en ascenso como descenso. Es importante no apresurarse ni tratar de competir con los demás. Yo tomé mi ritmo tan pronto como me fue posible.
El camino es en más de 90% una sola vía para subir y bajar, por senderos bastante delgados, lo que exige extremo cuidado. Hay espacio para detenerse a mirar, sentarse, y hasta beber unos sorbos de agua o dar paso a los que van en sentido contrario. En los lugares más extremos o peligrosos hay cuerdas de cable metálico confiables, para sostenerse.
El increíble paisaje se abre a los ojos. Yo llevé una buena cámara de fotos, mi mejor música a volumen moderado —más bien bajo— porque es preciso escuchar los pedidos de ayuda, preguntas o cualquier detalle. Mi paso regular se hacía comprensiblemente más lento en las zonas demasiado escarpadas o peligrosas. Ya eran pocos los que descendían y al llegar a la primera andenería me topé con unos veinte que aprovechaban el lugar para tomar descanso, agua y fotos. Yo hice lo mismo. Había pasado una hora diez desde que partí de la puerta a de control. Veinte minutos más tarde arribaba a la planicie principal de Wayna Picchu, después de auscultar las edificaciones que los incas habían construido al borde del precipicio. No pude evitar cavilar que era este el último refugio del inca, en caso su vida corriera peligro. En el argot actual: su búnker. Inexpugnable, panorámico, además de magnífico. Las casi veinte personas que nos encontramos al mismo tiempo en la cima, nos quedamos mudos. Luego reaccionamos para fotografiar, filmar, mirar o simplemente respirar los cuatro vientos. Este es el momento cumbre y hay que aprovecharlo completamente. Hay más arriba un lugar más elevado, pero es esta explanada la que más posibilidades ofrece para disfrutar. Aquí es donde más tiempo se puede uno detener.
Unos minutos y comencé a rematar la cumbre. Yo la llamo “la cima de la cima”. Aquí solo hay rocas. Una de ellas tiene un asiento para la foto de rigor. Desde aquí se puede ver los 360 grados del paisaje. Como dije, este lugar es pequeño y enmarañado de rocas y escaladores que también quieren su foto, así que hay que hacer la fila, la foto y comenzar el descenso. El descenso produce una emoción distinta a la de ascender. Aquí uno se vuelve más reflexivo. Se encuentran distintas razones para reflexionar. La escarpada pendiente probará las rodillas y los músculos durante hora y media de descenso. Al final, después de bajar y bajar, llegamos a la garganta, y cuando creemos que terminó se abre un último ascenso, gradas de piedra, un último esfuerzo. El mismo lugar donde al inicio sentí compasión por el grupo de japoneses. Este tramo es la cereza del pastel. En la puerta de salida, el dependiente entrega el libro, al tiempo que pregunta a qué hora aproximada se ingresó. Hay que firmar la salida y al cruzar la puerta, nos encontramos con Machu Picchu sideral.
Tip 4
Guardar un poco de agua para el tramo final: una subida de al menos 10 o 15 minutos cuando las fuerzas están decayendo.
EL SUEÑO Y LA META
La experiencia de escalar Wayna Picchu colmó largamente mis expectativas. Paso a paso, el hechizo aumenta. El increíble paisaje se mezcla en partes iguales con el esfuerzo de la escalada. Ambas intensas, ambas preciosas experiencias que celebro haber vivido. Nada se compara con tocar, sentir, caminar sobre la historia de nuestra raza inca. Nada se compara con la magnitud del silencio, con el deleite del paisaje; con la sensación de infinito, que va en aumento a medida que se va subiendo. Las escarpadas escalinatas, la brevedad de algunos parajes, la intensidad de la respiración, el sudor y el acelerado latido del corazón, son el denominador común de todos los que acometen este reto. Y al llegar a las primeras edificaciones, muy cerca de la cumbre, la perplejidad y el asombro nos invaden sin que podamos decir algo. Cada piedra colocada para prolongar el abismo, nos traslada hasta los tiempos de Pachacuti, el gran e inflexible arquitecto del incanato. Desde las ventanas se puede ver la inmensurable belleza a los cuatro vientos. El lugar es perfecto para todo tiempo: sol, lluvia o neblina.
Un poco más arriba, la inmensidad en todas sus formas. He visto gente con lágrimas en los ojos, al recorrer con la vista el paisaje. No hay palabras. No son necesarias. Solo mirar, respirar, sentir, imaginar. Es la forma que encontré para proveerme de lo que estaba viviendo. Todo esto sólo cabe en la mente. No hay nada más que pueda contenerlo. Hay y habrá millones de fotografías, videos y testimonios. Nada será suficiente. Los que hemos vivido esta experiencia nunca podremos explicar ni contar tal cual nuestra experiencia. Hay mucho, demasiado para explicarlo con palabras o imágenes. Visitar Wayna Picchu, es como Machu Picchu, cuestión de sentidos.
*Algo más: OLLANTAYTAMBO
Ollantaytambo está ubicado en el Valle Sagrado de los Incas a 80 kms de Cuzco y 40 kms de Machu Picchu, Perú. Es uno de los asentamientos incas más impresionantes, por su enigmático significado, su minuciosa planificación urbana, su impecable arquitectura y su ingeniería hidráulica. Es un pueblo vivo donde algunas de las antiguas tradiciones aún se conservan.
Se ubica en la confluencia del Urubamba o Willkamayu con el río Patakancha; entre los cerros denominados Pinkuylluna y Bandolista. Fue conquistado y re-fundado por el Inca Pachacútec en el siglo XV.
Espero que esta información y consejos básicos te sirva. Es mi experiencia como un turista nacional promedio. Compártelo, y así ayuda a los que necesitan información, para que el viaje a Cusco, Machu Picchu (y Huayna Picchu) sea divertido, espléndid e inolvidable.
DE: CUADERNO DEAMBULANTE - Derechos Reservados Copyright © 2017 de Rogger Alzamora Quijano
ASCENSO AL WAYNA PICCHU 2017 (VIDEO)
lunes, 2 de septiembre de 2013
MALICIA
Un halo fisgón alumbra la madrugada con la luz pecado de tu mirada.
Tu ombligo, sol de tu cosmos y el mío es un trozo de pan para el hambre obsceno.
Una incógnita flor del acantilado alumbra también
tu hondura de paz y sal, mi zozobra y mis alucinados versos
mientras remece mi arquitectura.
Una promesa baldía salpica la ternura.
Mastico mi furia y tejo una excusa
en los rincones que no no conozco
y en las cumbres que no tendré.
Calle de mis letras huella de mis dedos,
beberé tu olfato, morderé tus vísceras,
tu corazón y tus venas recónditas,
para llover fuego sobre tu fuego.
Ola seductora colina caliente cumbres turgentes,
azúcar impalpable sábanas encanto dedos júbilo.
Apura la sangre que mana de tus labios
rojo zumo que invita y mata.
Resume tu prisa caminos y abismos,
el agreste mar de mi experiencia
remoto territorio donde tu bandera
de nácar iza un escudo de estrellas.
En tus piernas más trazos no caben,
ni mil bocas pan azufre fuego en tus caderas guitarra.
Quema tu voz caricia candente.
Buscan la suerte tus manos morenas
en un gramo de mi voz suplicante.
DE: versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2013 de Rogger Alzamora Quijano
sábado, 24 de agosto de 2013
POEMA DE LOS SUEÑOS ROTOS
Ya no tengo más ganas, este amor está roto.
Rotas las caricias y los recuerdos.
Rotos los planes, rotas las palabras.
Rotos los colores y rotas las flores.
El amor de entonces es aquél.
Aquél amor extraño huraño y traidor.
Ya no tengo más ganas.
Entierro bajo estos versos mi sueño roto.
Ya no quiero soñarte. Me voy
a matar la música que me mata.
Y aunque se insinúen los buenos tiempos,
la saga de los sueños alborozo,
también tú los vaciarás sin reparo.
Ya no tengo más ganas.
Sepultaré esta noche para que nadie la encuentre.
Para que no oscurezca los sueños de otros.
Para que nadie crea que el amor no existe.
Para que los demás persistan en la ilusión que nosotros estropeamos.
Y tú señora, ve por tu tesoro.
El epílogo de silencio es para los solitarios el poema de los sueños rotos.
DE: versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2013 Rogger Alzamora Quijano
jueves, 22 de agosto de 2013
AL DERROCHE
Hasta ayer fue así.
La calle, la espuma del mar desde el malecón,
los niños volando cometas,
las esperanzas languideciendo con el atardecer.
Hoy quieres caminar conmigo,
beber un café, seguir callando
y ocultarte tras tu filoso verbo.
Me quedaré mirándote las manos,
rozándote bajo la mesa como escolar enamorado,
hasta que se extingan los cafés y la calma.
Siempre mi miedo y tu displicencia.
Siempre despidiéndonos sin nada.
Otra vez a tu caos
y a mi malecón.
DE: versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2011 de Rogger Alzamora Quijano
A TU LUNAR
Aquél lunar donde mis ojos se derritieron por única vez.
Territorio sagrado para mi lengua voraz.
Aquél lunar endulzado que se adhiere a mis ojos
y me quita resuello.
Aquél lunar, culpable de mi fiebre y mi olvido.
Aquél lunar de tono crepuscular
que gotea de tu comisura y horada mi cerebro.
Aquél lunar indicio de sol y esperanza,
cielo de perdones, patio de la dicha
está grabado a fuego en tu nombre.
DE: versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2009 de Rogger Alzamora Quijano
lunes, 19 de agosto de 2013
DÍA CINCO
El sueño se posa con tu amenaza.
Tu presencia es un castigo que no mitiga mi desdicha.
Percudida por la maldad y oscurecida a pleno sol,
sin azoro llegas esta mañana.
Mi desayuno será el pan de tus manos tibias
y beberé caliente tu mirada.
Tibio frío amargo dulzona fragancia
aroma cuerpo terca insistencia.
Sexo sepelio mortaja. Pleno éxtasis despedida.
DE: versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2013 de Rogger Alzamora Quijano
sábado, 17 de agosto de 2013
A LA IMAGINACIÓN
Está en el vértice de tu escote el reflejo de mis ojos.
Un vacío que me traga cuando te miro.
Que me muerde con dientes de gloria.
No veo que tu boca me prohíba,
ni tu mejilla rosada incógnita
ni tus manos vacilantes, ni tu aliento.
No veo tu mirada cuchillo.
No veo tu nariz soberbia.
Continúo.
Nada puede con mi abstracción.
Ninguna decencia con tu casual transparencia.
En el vértice de tu escote queda mi cerebro esparcido
harto de imaginar.
DE: versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2007 de Rogger Alzamora Quijano
jueves, 15 de agosto de 2013
POEMA 17, AL ORGULLO
Ya no hay nada que decir.
Tus ojos podrán morir de mí
pero tus manos ya dejaron de sentir.
Tu sonrisa abarca
lo que sus brazos no aprietan.
La luna alumbra tu sombra.
Ya no hay nada que decir.
Que en las aulas los compañeros aplasten mi nombre.
Que en la calle me ignores para ponerte a prueba.
Que abdiques de mi sonrisa y me apuñales con tu desdén.
Ya no hay nada que decir.
Capitularé en desventaja,
para que un pedazo de mi orgullo sobreviva.
DE: 40 POEMAS Y OTROS TANTOS DESMANES Copyright © 1997 de Rogger Alzamora Quijano
miércoles, 14 de agosto de 2013
FRAGOR DE AGOSTO
Tus ojos
Golondrinas que volaron al cielo
Tu piel huele a roble como agosto y septiembre
Vientos de ingenio nacen en tus manos tejedoras
Hilos primores color mezcla esperanza
Hoy es el futuro
El diario caminar de tozudas alegrías y de coraje
No han muerto las flores de tu tacto
Ni han prescrito tu valentía y tu ejemplo
Agustina
Tu nombre llave del mar
Nieve en flor cauce de los vientos
Caléndula en mi soledad
Sueño en mis enconos
Cuna de la luz sigues volando alto
Humilde y valiosa como el pan del pobre
Treinta y seis años de luz han cubierto
Mi mundo intrincado de artesano de las palabras mudas.
Agustina nombre júbilo
Carne viva de las estrellas
Dueña de caminos y árboles
Abrazo en el olvido sonrisa en la tristeza
Simplicidad certeza caricia y vuelo
Enemiga de la envidia
Del hipócrita que malversa
Guardiana de mis espaldas y mi esperanza
Agustina Luz del alba
Luz de mi nombre
DE: versos conversos Derechos reservados Copyright © 2013 de Rogger Alzamora Quijano
domingo, 11 de agosto de 2013
AIJA, ORIGEN DE SU NOMBRE
“Aija era princesa de sangre real, y prima según los historiadores árabes, del rey Muley Hacén (Abu Hasán Alí, con quien casó siendo de muy corta edad, y de quien tuvo varios hijos, entre ellos á Boabdil, destinado para ser el último monarca de Granada”.
José de Castro y Orozco. OBRAS POÉTICAS Y LITERARIAS. Año 1864. Página 343.
Escribe: Rogger Alzamora Quijano
PREFACIO
El lugar donde nací se llama Aija, capital de la provincia de igual nombre, en Ancash, Perú. Cuando alguien nos pregunta el origen del nombre Aija, damos una que otra explicación que escuchamos desde niños, quedamos un poco desconcertados o ensayamos algún comentario gaseoso que parezca decir todo y termine diciendo nada.
¿Aija? ¿Por qué se llama Aija? ¿Qué significa Aija? Algunos de mis coterráneos han tratado de desentrañar a lo largo del tiempo el origen del vocablo AIJA (*). Como ellos, yo pongo mi cuota.
La palabra Aija no es quechua. En Ancash, y colindantes Huánuco, La Libertad y Lima, no hay nada relativo al vocablo "aija". Por obvias razones hubiese querido encontrar sustento en el origen quechua del nombre de mi pueblo. Me siento identificado con la cultura quechua, cuya lengua aprendí cuando niño, gracias a mi abuela. No es así. No he podido encontrar en el quechua la palabra "aija". Trato de encontrar sustento a mi teoría del origen del nombre de mi pequeña patria, siempre respetando las demás propuestas y a sus autores.
La toponimia es una disciplina controversial. Depende a menudo de la tradición y la proximidad cultural. Su complejidad radica, además, en que la lingüística, la historia, la botánica, la antropología, la arqueología y la geografía creen tener derecho de propiedad sobre ella. Por más que la lingüística sea la más próxima, no menoscaba las demás. La toponimia evoluciona y cambia, como lo hace el léxico patrimonial de toda lengua.
1.- ORIGEN DEL NOMBRE AIJA
Después de leer algo de historia y reflexionar he llegado a la conclusión que el vocablo Aija tiene su origen en un antropónimo: la sultana Aija, Reina de Granada en 1464; esposa del Muley Hacén (Mulay Hassan o Abū al-Hasan 'Ali ben Saad) -también llamado Albohacen-.
Los primeros españoles, que llegaron para colonizar y evangelizar esta aldea de pasado inca y preinca le habrían dado por nombre Aija ante el deseo de perennizar a la bella, famosa y valiente sultana, madre del rey Boabdil, último sultán de Granada, cuya historia de rebeldía y coraje los habría inspirado. Y nos faltaba razón. La línea de tiempo nos refiere que: el 2 de enero de 1492 finalizaba la guerra entre moros y españoles que había comenzado en 1482. Boabdil y su madre Aija abandonan La Alhambra rumbo al exilio de Fez. El 12 de octubre del mismo año, la expedición de Cristóbal Colón desembarcaba en América. No sería demasiado suponer, entonces, que alguno(s) de los invasores españoles fuese admirador de aquella mujer de enorme influencia histórica y cuya vida era ampliamente conocida en la península: la sultana Aija, Aisha o Aixa. Discrepo respetuosamente de la teoría generalizada de que el nombre proviene de un hecho casual como la interjección ¡Ah hija!, Eja o Ays (como refieren otras teorías).
La sultana Aija fue dama grandemente admirada por su valentía y decisión. Quien haya nombrado Aija a esta bella comarca ancashina, habría decidido legarnos un nombre que significara honor, valentía, sapiencia, belleza, sello inobjetable de aquella mujer, líder de la resistencia nazarí. Este susodicho colonizador, habría sido entonces mucho más agudo y culto de lo que el sacerdote/cronista Quijano pretendió hacernos creer. El nombre de la rebelde y prestigiosa reina de origen árabe Aixa "la honrada", sería inspiración para el nombre de la noble ciudad de Aija.
Aquí algunas líneas que sobre la sultana AIJA, en la pluma de varios escritores:
- Don José Zorrilla, en su libro GRANADA (1852):
ZORAYA: De él y de su madre es tanta/ Por reinar la impaciencia que á estas horas,/ Traidores á su rey y de él parciales, / Bajo los techos de las casa moras/ Se afilan en silencio mil puñales.
MULEY HASAN: Sé que Aija…
ZORAYA: Me detesta.” (Página 254).
- Don Alejandro Gomez Ranera, en su libro: BREVE COMPENDIO DE LA HISTORIA DE ESPAÑA, DESDE SU ORIGEN, HASTA EL REINADO DEL SEÑOR DON FERNANDO VII. (1838). Adoptado como texto por universidades y colegios de España:
“… su monarca Albohacen, después de mandar asesinar á los principales personajes de la poderosa y valiente tribu de los Abencerrajes, se granjeó el desafecto de sus vasallos por haber repudiado á Aija, haciendo perecer a los hijos que tuvo de ésta para que le sucediesen los que tenía de Zoraida, cristiana renegada: Boabdil, primogénito de Aija, que afortunadamente se había salvado, no solo se apoderó del trono con el auxilio de los Abencerrajes, (…)”(Páginas 174,175).
- LA ALHAMBRA, RELATOS DE GRANADA, RECUERDOS DE ANDALUCÍA, (1863), recopilación de varios autores por el Liceo Artístico-Literario de Granada:
“Aija hubo de sufrir desde este suceso aciago para ella, todos los sinsabores que amargan la vida de una sultana en desgracia. Su rival triunfaba por donde quiera y habiendo el anciano rey tenido en ella otros hijos, procuró inclinarle la misma á que los declarara herederos de su trono en perjuicio de los de Aija y especialmente de Boabdil su primogénito.”)(Página 445).
- Don José de Castro y Orozco en su libro: OBRAS POÉTICAS Y LITERARIAS, (1864): “El carácter heroico de la sultana Aija, es esencialmente histórico: lo es también la entrega repentina de Granada, hecha por Boabdil á los Reyes Católicos, con quienes la tenía concertada hacía tiempo, á consecuencia de un motín (…)”(Página 304).
Sostengo que el origen del nombre de la ciudad de Aija, sería moro. Adjunto las respectivas fotografías de algunas páginas originales de los textos citados. Al final de esta nota se puede revisar la bibliografía. Las ordenanzas de los reyes Fernando de Aragón e Isabel de Castilla (1474-1504) para fundación de ciudades se basaban en modelos de Granada y Andalucía, y no eran simples anécdotas o circunstancias del azar.
Como Aija, en Ancash, Perú, en el Sultanato de Omán hay una pequeña localidad que lleva por nombre Aija (o Ayjah), en la importante ciudad de Sur. Ver mi artículo relacionado Un aijino en Granada.
2.- LAS TEORÍAS EXISTENTES
A) AIXA, COMO VOZ ÁRABE.- El profesor Maurilio Mejía Moreno plantea una teoría interesante. Dice a la letra: “ (…) para dar origen a Aixa, palabra árabe usada como sustantivo propio para nombrar a las mujeres hermosas, alegres y discretas de Arabia, como la bella Aixa, hija de Abu Bécquer, que fue la tercera esposa de Mahoma, y que a la muerte del profeta gozó de gran influencia llamándosela “la Madre de los creyentes”. De allí que para los árabes Aixa es una de las cuatro mujeres incomparables que hayan existido en la Tierra. Cuando los árabes, el 28 de abril de 711, al mando de Tarik, invadieron a España, dominándola durante ocho siglos, o sea hasta el año 1492, influyeron enormemente con su idioma en la formación del castellano. Por eso hay muchas palabras castellanas de origen árabe. Ahora bien, al producirse la conquista del Perú, llegaron a Aija los primeros españoles aventureros trayendo este vocablo árabe-español. Y lo difundieron con el mismo significado nominando Aixa a las lindas doncellas aijinas de aquellos tiempos (…)”.
La historiografía es correcta y el razonamiento no pierde lógica. La línea de tiempo, sin embargo, es algo más lejana que la de la Sultana Aija, Aisha o Aixa (año 613-678 d.C). El nombre y la influencia de la sultana estaban más próximos, entre cincuenta y cien años después de los sucesos.
La teoría del profesor Maurilio Mejía merece ser tomada en cuenta, ya que no es meramente anecdótica.
B) ¡AH HIJA! .- El sacerdote José Antonio de Quijano, quien ha pasado a la memoria colectiva como “el cura Quijano”, ha consignado dos de las más curiosas teorías sobre el nombre Aija. Se sabe que el citado clérigo, además de evangelizar estos lares, legó una crónica escrita en 1760, referida a sus vivencias. No es de extrañar, era el estilo de aquellos tiempos, los españoles querían dejar testimonio y lo hacían contando verdades, medias verdades o imaginerías. No se tiene noticias de más crónicas escritas por el sacerdote José Antonio de Quijano.
Quijano cita a un español de nombre Santiago Cortez del Riojo, quien habría exclamado "¡ah hija!" al ver a una joven nativa, con el fin de granjearse su amistad. Retórica aparte, ese es el meollo. En mi opinión, no es suficientemente sólido como sustento del nombre de una ciudad o territorio. Es precario y no pasa de ser anecdótico. Un evento casual y rutinario de quien quizá era la autoridad máxima de la ciudad (el cura Quijano se refiere a Cortez del Riojo como Caballero) se convierte en razón suficiente para nombrar una ciudad. Una súplica común, cotidiana, banal, casual no es suficiente. Sabido es que había ordenanza expresa del propio Rey de España que normaba la fundación de las ciudades. En todo caso, si tal doncella fue objeto de su admiración y sumo interés, ¿no habría sido mejor elegir el nombre propio de ella para dar nombre a la ciudad?. Cuando el episodio, real o imaginario, de Cortez del Riojo, la ciudad ya se llamaba AIJA.
C) ¡AIXA BURR!.- El mismo cura Quijano consigna esta segunda teoría. Según dice, en la comarca y durante la representación de una danza guerrera llamada “Saya Wanka”, los ejecutantes emitían el grito ¡Aixa burr! y que de allí proviene el nombre Aija.
En primer lugar, el grito (que afortunadamente pude escuchar durante la danza Saya Wanka, siendo yo un niño, era "¡Burrrrr!" y no ¡Aixa burrrr!, durante el choque violento de sus escudos. Si la danza se llamaba Saya Wanka y el grito era ¡Burrr¡, no entiendo de dónde viene Aixa. A no ser que Aixa (Aija)sea el nombre ya existente del lugar. Y Aixa por la forma de escritura de aquellos tiempos. En segundo lugar, no existe en el quechua -ni en sus variantes ancashinas o lenguas yungas- palabra igual o similar al vocablo Aixa o Aija.
Lo más probable es que la danza Saya Wanka fuera una forma de protesta subrepticia o gesto de rebeldía ante los invasores, quienes dicho sea de paso, habrían ignorado su real significado. Esto sin dejar de mencionar que la danza "Wanka" ya existía cuando los españoles llegaron a colonizar. Después del episodio de la conquista por los españoles la danza habría tomado el nombre de “SAYA WANKA” para hacer referencia a la capa o saya que llevaba el danzante. Eso, después de la fundación española de Aija, no antes.
Es necesario mencionar que:
1) La danza SAYA que se practica en el Altiplano andino es de origen africano, Nsaya: labor comunitaria bajo la autoridad de una cantante.
2) SAYA: especie de túnica que lleva un hombre o, incluso, prenda de vestir femenina, parecida a una falda o faldón (en Cataluña: saya; en Galicia: Saia). Es decir, la palabra es de origen hispano. No existe palabra quechua que defina saya como túnica, manta o faldón.
3) Respecto a la expresión Burr no tiene por qué significar algo. Puede ser un simple sonido consonántico. El grito ¡burrr! parece ser una expresión guerrera, como corolario del movimiento marcial de choque de escudos. La danza primigenia se llamaba “WANKA”.
Conclusiones:
1.- Cuando la danza Saya Huanca incorporó el grito ¡Aixa burr!, ya la ciudad se llamaba Aija.
2.- ¡Aixa burr! tiene dos voces: Aixa, proveniente de una Aija ya fundada, y Burr, que no pasa de ser un sonido consonántico vibrante múltiple alveolar.
3.- Saya, cuyo significado es: túnica, vestido largo o capa, es vocablo que vino de España. No existe como tal en el vocabulario quechua. Por lo tanto, el grito ¡Aixa burr! es posterior a la fundación de Aija y posterior también a la evolución de la danza Huanca en Saya Huanca.
C) EJA, EZA.- Otra versión es la del señor Eliseo Larragán Bayona, quien sostiene que el nombre Aija toma el nombre del lugar geográfico sobre el que está asentada. Pone ejemplos de lugares como: Mullu-huanca (cerro jaspeado), Pomabamba (por puma-pampa: pampa de los pumas), Carhuaz (por carhuash: amarillo de las retamas) y Caraz (por C´arash, por los pelados cerros de Huaylas). Con respecto a Aija la teoría tiene, a mi juicio, inconsistencias. Dice su autor que Aija era en aquél entonces un paraje hundido entre las montañas de Imán Hembra, Imán Macho, Mulluhuanca, Chuchún Punta, e incluso cita Quelloc (por Killayoc). Eliseo Larragán señala: "cuando se pesa en el huipi (balanza), se regatea la generosidad en la venta con el vocablo quechua “ezécallami” (que pese más (hasta que se hunda) la mercadería)(...) de esa raíz: ezé, ezá (que sugiere hundimiento), por corrupción se ha llegado a Aija, tanto que no es raro oír a los nativos decir Eja por Aija”.
En mi concepto, se puede ver que los topónimos usados como ejemplo tienen sentido: Puma-pampa, carhuash, c´arash. Yo añado Lima. Según varios estudiosos, proviene del vocablo quechua Limaq. Mas, la ere (r), en los territorios centro y sur de la costa peruana, sustituye a la ele (l). En consecuencia, Limaq es en realidad Rimaq, nombre del río y del valle donde está asentada la ahora gran capital. El nombre se deriva del verbo rima: hablar, seguido por el sufijo de agencia (q). Es decir, la palabra rimaq significa “el que habla” o “hablador” (aunque Cerrón-Palomino dice de esto: "
D) AIJA, ATRAER.- Don Jorge Antúnez de Mayolo Larragán dice haber encontrado "en diccionarios quechuas, desde Gonzalez Holguín (1608), hasta los de 1970, la raíz quechua Ays, que significa: halar, atraer, acto de halar". Hace una lista de palabras derivadas de aquella raíz y nos lleva a pensar que todas confluyen en jalón, hala, arrastra, etc. Dice entonces Jorge Antúnez de Mayolo que por ello Aija significa ATRAER. Y se refiere directamente al poder de atracción de sus imanes.
El hierro y el acero no fueron conocidos en nuestras tierras sino hasta la llegada de los españoles. Por ello, las propiedades magnéticas de los cerros de imán no fueron conocidas sino hasta después (y quizá hasta mucho después) de la llegada de los españoles a la zona, cuando por alguna circunstancia aquellos descubrieron la naturaleza magnética de las rocas situadas en lo que hoy conocemos como Imán Macho e Imán Hembra. Para comprobar la propiedad magnética se necesita el hierro o elementos ferromagnéticos. El oro, la plata, el cobre, bronce, conocidos por los antiguos peruanos no son atraídos por los imanes.
E) AIJA: AIXA.- El académico, Doctor Rodolfo Cerrón-Palomino, asegura que el nombre Aija aparece registrado desde tiempos tempranos de la colonia como Aixa, que significaría terreno baldío. Dice" ("Al respecto, pongamos por caso los topónimos
3.- BIBLIOGRAFÍA Y NOTAS RELACIONADAS.-
- El Inca Garcilaso de la Vega menciona, en sus Comentarios Reales de los Incas, el origen del nombre de la ciudad de Lima, lo siguiente: “El nombre Rímac es participio de presente: quiere decir ‘el que habla’. Llamaron así al valle por un ídolo que en él hubo en figura de hombre, que hablaba y respondía a lo que preguntaban”. Inca Garcilaso de la Vega "Comentarios Reales de los Incas" [1609] 1991: 393 y [1609] 1991: 393. Dos volúmenes. México, D.F., Fondo de Cultura Económica.
- CERRÓN-PALOMINO, Rodolfo
1997 “Nota etimológica: El topónimo Lima”. Ponencia presentada en el IV Coloquio de Historia de Lima. Lima. Consulta: 4 de abril de 2012.
- TOPONIMIA ANDINA: PROBLEMAS Y MÉTODOS- Rodolfo Cerrón-Palomino • Pág. 191
- “EL NOMBRE DE AIJA” - PROPUESTA DE DON MAURILIO MEJÍA MORENO – 1975
- Leído por su autor, el 30 de agosto de 1975, en la Plaza de Armas de Aija.
- La Industria” de Trujillo lo publicó en febrero de 1976.
- El Instituto Nacional de Cultura de Huarás lo incluyó en Cuadernos de Difusión N° 14, 1978.
- La Revista Waru de julio-agosto de 2006, publicó este texto corregido y autorizado por su autor.
- BREVE COMPENDIO DE LA HISTORIA DE ESPAÑA, DESDE SU ORIGEN, HASTA EL REINADO DEL SEÑOR DON FERNANDO VII.-
Por D. Alejandro Gomez Ranera. Segunda Edición, MADRID, IMPRENTA QUE FUE DE FUENTENEBRO, 1838, calle de Fuencarral, núm. 21, Madrid, España. Páginas 174 y 175: “(…) No obstante, aun tenía Granada dentro de sus muros mas de cien mil combatientes, prontos á sacrificarse en defensa de su amada patria y acaso suficientes para rechazar al ejército castellano sino hubiese sobrevenido la guerra civil entre sus hijos: su monarca Albohacen, despues de mandar asesinar á los principales personajes de la poderosa y valiente tribu de los Abencerrajes se granjeó el desafecto de sus vasallos por haber repudiado á Aija, haciendo perecer á los hijos que tuvo de ésta, para que le sucediesen los que tenía de Zoraida, cristiana renegada (…)”
N. d. R.- Faltan las páginas 172 y 173.
- GRANADA, POEMA ORIENTAL.-
Por Don José Zorrilla y Moral (1817-1893). Poema oriental, precedido de la leyenda de Al-Hamar, Tomo Primero, París, Imprenta de Pillet Fils Ainé. Año 1852.
- Página 227: “Por el ardiente amor de esta cautiva/Olvidado Muley de Aija su esposa,/De su presencia y de su amor la priva:/Y Aija, como oriental, fiera y celosa/Y, como reina y afrentada, altiva,/Disimula la rabia que la acosa/Alentada no mas por la esperanza/De tomar en los dos feroz venganza".
- Página 254 – Libro Segundo – Las sultanas:
"MULEY HASAN: Prosigue.
ZORAYA: De él y de su madre es tanta/Por reinar la impaciencia que á estas horas,/Traidores á su rey y de él parciales,/Bajo los techos de las casa moras/ Se afilan en silencio mil puñales.
MULEY HASAN: Sé que Aija…/
ZORAYA: Me detesta./
MULEY HASAN: ¡Ay si te mira/ Solo un momento con semblante torbo!"
- Página 278, Libro Segundo, Parte II, EL SALÓN DE COMARES: "Pon a Aija en una torre prisionera/Con su hijo, y á habitar manda que vaya/En el jeneralife la Zoraya./Ten a ésta como mi única sultana,/A Aija y Abú Abdil como traidores".
- LA ALHAMBRA, RELATOS DE GRANADA, RECUERDOS DE ANDALUCÍA.
Colección de artículos escogidos de la publicación de igual nombre, a cargo del Liceo artístico-literario de aquella ciudad, redactaban sus mejores literatos. Barcelona, Establecimiento Tipográfico de Narciso Ramírez y Rialp, Pasaje de Escudillers, núm. 4. Año 1863. Capítulo denominado: AIJA, REINA DE GRANADA, páginas: del 443 al 456.
- La página 445, dice: “Aija hubo de sufrir desde este suceso aciago para ella, todos los sinsabores que amargan la vida de una sultana en desgracia. Su rival triunfaba por donde quiera y habiendo el anciano rey tenido en ella otros hijos, procuró inclinarle la misma á que los declarara herederos de su trono en perjuicio de los de Aija y especialmente de Boabdil su primogénito”.
- HISTORIA DE ESPAÑA, Por Don Antonio Cavanilles, de la Reales Academias de Historia y de Ciencias Morales y Políticas. Tomo Cuatro, Madrid 1862, Imprenta de J. Martín Alegría, Paseo del Obelisco, número 2 Chamberí.
Página 358: "(…) La sultana Aija por otra parte buscaba apoyo y protección para su hijo, y logró que penetrase de noche por un postigo del Alcaicin (…)"
Página 366: “(…) Encuentra á la sultana, que tenía consigo al menor de sus hijos. ¿Dónde está el traidor? Pregunta el Zagal. El traidor eres tú, replica la sultana Aija. Boabdil está a salvo y castigará tu traición (…)".
- OBRAS POÉTICAS Y LITERARIAS
DE JOSÉ DE CASTRO Y OROZCO (1088-1869), MARQUÉS DE GERONA, de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Tomo Primero, Madrid, Imprenta y Estereotipia de M. Rivadeneyra, Calle de la Madera número 8. Año 1864.
- La página 302 se titula: "AIJA, SULTANA DE GRANADA, TRAGEDIA EN CINCO ACTOS"(1832).
- La página 304 dice: “El carácter heroico de la sultana Aija, es esencialmente histórico: lo es también la entrega repentina de Granada, hecha por Boabdil á los Reyes Católicos, con quienes la tenía concertada hacía tiempo, á consecuencia de un motín (…)”
- La página 305 contiene los personajes: “Interlocutores:/ BOABDIL, Rey de Granada / AIJA, su madre / ORCAN, caudillo de la tribu de los alaveses / CELIMA, su esposa / GAZUL, jefe alavez / MORAICEL, caudillo de los zegríes / MOCTADER, zegrí.
La acción empieza al amanecer, y puede suponerse que concluye a las tres de la tarde del 2 de Enero de 1492 (…)”
- DICCIONARIO DE NOMBRES DE PERSONAS, por José María Albaijés Olivart, Universidad de Barcelona Publicaciones, 3era. Edición, Abril 1993, página 29, donde Aixa figura como la segunda esposa de Mahoma.
- 4.- ALGO MÁS SOBRE GRANADA
Granada fue un reino o emirato árabe islámico situado en el sur de la península ibérica (antigua al - Andalus). Su capital fue Granada y fue fundada en 1238 por el nazari Muhammed I iban Nasr. Su último rey fue Boabdil el Chico, quien fue depuesto el 2 de enero de 1492. El último rey del reino árabe de Granada, Boabdil, fue víctima de un triste destino. Tras la pérdida de su reino, perdió en Las Alpujarras a otros seres queridos. Luego marchó rumbo al norte de África muriendo en Fez, unos dicen que el año 1527, otros que en 1533. Su nombre verdadero era Muhamed Abu- Abdallah, y reinó por 10 años. Se enfrentó por el trono a su padre Muley Hacen, quien había abandonado a su madre Aija, para casarse con Isabel de Solís, cristiana quien al convertirse al islam adoptó el nombre de Zoraida. Ambos bandos, los zegries del Muley Hacen y los abencerrajes de Boabdil (…) Aija fue la cerebral conductora de los afanes de poder de su hijo.
5.- ANEXO.- ALCANCES SOBRE EL PROCEDIMIENTO PARA FUNDAR CIUDADES POR ESPAÑOLES
"Y cuando hagan la planta del lugar, repártanlo por sus plazas, calles y solares a cordel y regla, comenzando desde la plaza mayor, y sacando desde ella calles a las puertas y caminos principales, y dexando tanto compás abierto que aunque la población vaya en gran crecimiento, se pueda siempre proseguir y dilatar en la misma forma". (Ordenanza de Carlos V, 1523)
- Los españoles, al mismo tiempo que invadían y conquistaban las poblaciones nativas, procedían a fundar ciudades tomando como modelo la ciudad de Nueva Planta fundada por los reyes católicos en la conquista de Granada. Así lo hizo Pizarro en su calidad de gobernador del Perú. Los nuevos asentamientos humanos serían inicialmente centros administrativos y militares, es decir, lugares desde donde se controlaría y dominaría el territorio recién conquistado.
Según Haring, las ciudades coloniales en el siglo XVI no nacieron espontáneamente, pues para fundar una ciudad se tenía que cumplir con una serie de requisitos como: un lugar adecuado, buen clima, tierras de cultivo, ríos con abundante agua, buenos pastos para el ganado, bosques para leña y madera, indios y vías de comunicación para un rápido traslado.
El fundador ubicaba un lugar y trazaba una cuadrícula similar a un tablero de damas o damero, con calles cortadas en ángulo recto convergiendo a un centro principal (la plaza) en donde se dejaron espacios para la construcción de la iglesia principal, el cabildo y sedes de las autoridades coloniales (palacio del gobernador, casa del corregidor). Se repartían también solares para los fundadores de acuerdo a sus méritos (los solares más cercanos al centro correspondían a los vecinos principales). Por lo general cada manzana se dividió en cuatro solares, y donde el trazado a cordel facilitó el crecimiento de la ciudad sin perder la traza original.
Konetzke sostiene, que alrededor de las ciudades existieron espacios complementarios como: los ejidos o lugares de uso público y los propios o tierras administradas por el cabildo para adquirir rentas y las parcelas de Tierra que se le otorgaba a cada vecino para cultivar y/o mantener un ganado.
El Cabildo fue la institución encargada de la administración de las ciudades e impartía justicia en casos vinculados a la administración asi como también nombraban procuradores ante las autoridades coloniales o ante el rey pidiendo alguna merced en beneficio de la ciudad.
- Según ordenanzas de la época, al fundar una ciudad los españoles debían tener en cuenta lo siguiente:
Competencia.- fundar una ciudad no estaba al alcance de cualquier español. Era facultad del Capitán General o del Gobernador. En el Perú, por ser Francisco Pizarro Gobernador y Capitán General al mismo tiempo, era el encargado de fundar.
Objetivos.- desde el punto de vista de la Corona, toda ciudad por fundar debía ser un puesto de avanzada militar que indicara posesión, un reducto de vecinos armados dispuestos a defender la población; y un centro de irradiación cultural y religiosa.
El lugar.- debía elegirse lugares cómodos, con buenas entradas y salidas que permitiera la comunicación; con pastos y tierras adyacentes aptas para sembrar, y con abundancia de agua.
Los vecinos.- un pregón debía convocar a los soldados que desearan inscribirse como vecinos. Por lo menos, debía haber treinta vecinos para fundar una ciudad.
Además de vecinos, los que vivían en una ciudad podían ser: moradores (que tenían casa de morada mas no indios encomenderos); estantes (los que vivían en casa ajena); y pasantes (los forasteros viajantes).
El trazado.- el diseño en cuadricula o en damero de las ciudades construidas por los españoles tenia claros antecedentes medievales, y era el que debía prevalecer. El trazado de las plazas, calles y manzanas se hacía a cordel. Cada manzana se dividía en cuatro solares, que se repartían entre los vecinos y las órdenes religiosas. En el rectángulo principal se ubicaba la Plaza de Armas o Plaza Mayor, y alrededor se situaban los edificios principales: la catedral, la casa de gobierno y el cabildo (hoy los municipios).
El acta de fundación.- era un documento en el que se anotaban todos los datos referentes a la fundación y el nombre de los vecinos fundadores. El capitán fundador, el sacerdote y los testigos que asistían a la ceremonia firmaban el acta. El documento se cerraba y con el se abría el primer libro de cabildo.
La ceremonia de fundación.- consistía esta en redactar el Acta, asistir a una Misa Solemne y proceder a la nominación de la ciudad. Generalmente los españoles rebautizaron las ciudades con nombres de ciudades españolas, añadiéndoles el de un santo o santa a cuya advocación se ponía la ciudad. En algunos casos, se respetaron los nombres indígenas, como Cusco, Arequipa y Lima.
Los títulos honoríficos.- los Reyes solían otorgar a las ciudades títulos honoríficos, que se inscribían en el escudo de armas. Por ejemplo, “Muy noble”, “Leal Ciudad”, etc.
- En 1573 Felipe II promulgó un real decreto por el que debían regirse la creación y el planeamiento físico de las nuevas ciudades a lo largo y ancho del Imperio. Este decreto incorpora el “estatuto” existentes otorgado a quienes se proponían colonizar los territorios, la cual estuvo en vigor durante todo el período del Imperio Español en América:
Los solares que rodeaban los restantes lados de la plaza no podían otorgarse a particulares, pues estaban reservados a edificios públicos, entre los cuales se incluiría “el hospital de los pobres, para enfermos no contagiosos que se construirá en el lado norte para que su fachada quede orientada al sur...” Se dispondrían asimismo emplazamientos para “las tiendas y residencias de os comerciantes que serían las primeras en edificarse”. Los solares necesarios para los primeros colonos serían distribuidos por sorteo, con la condición de que “los solares no asignados deberían reservarse a los colonos que pudieran llegar más tarde, o para disponer de ellos con arreglo a nuestros deseos.”
Las ordenanzas habían empezado con consideraciones acerca de la elección del emplazamiento, que debía ser apropiado no sólo para los núcleos urbanos, como se ha dicho, sino también en previsión de un traspaís agrícola, para lo cual las ciudades - región de Andalucía proporcionaron el modelo inmediato.
- La ordenanza de Felipe II del año 1573 y la construcción de ciudades coloniales españolas en la América. Por: Andrzej Wyrobisz
(www.ikl.org.pl/Estudios/EL7/EL7_1.pdf)
Dice Jairo García Sánchez, Profesor de Filología, Universidad de Alcalá de Henares”
“Los topónimos que hoy nos parecen indescifrables pueden dejar de serlo en el futuro. Así ha sucedido en el pasado con muchos de los que apenas se sabía nada y hoy, en cambio, tienen un étimo o un origen conocido, o, cuando menos, hipótesis explicativas bastante probables.”
“Es cierto que a través de los topónimos de un determinado territorio se pueden observar las distintas fases de su historia, pues la toponimia mantiene nombres de diversos orígenes llegados hasta hoy como testimonio de las etapas sucesivas de la historia de un país.”
“Es natural que aquellos pueblos que han tenido una historia expansiva y hayan extendido su dominio por otros territorios del mundo puedan haber dejado impronta de su paso en la toponimia. Sería el caso, por ejemplo, de los españoles, cuya huella toponímica se aprecia en toda América y también en otros lugares de zonas concretas de África y Asia, como Filipinas –cuyo mismo nombre recuerda a Felipe II–, donde se mantienen topónimos de origen español.”
(*) Una reseña incompleta y antojadiza de Aija está publicada en Wikipedia. En ella se omite información acerca del despojo que algunos políticos de los años ochenta perpetraron, al mutilar el territorio de la Provincia de Aija). Aija estaba compuesta de un territorio de similares dimensiones al de los siete distritos –ocho contando la misma capital- consignados en la carta de su creación política. Sin embargo, durante el segundo gobierno de Fernando Belaúnde Terry (1980-1985) fue despojada de tres: Malvas, Cochapetí y Huayán. Lo justo sería que se detallara el curso de los acontecimientos, los nombres de los protagonistas y sus consecuencias reales.
Nota del Autor:
Invito a visitar la nota relacionada haciendo click en: Un aijino en Granada.
Lima, 08 de Agosto de 2013.
(Revisado, corregido y aumentado el 4 de Septiembre de 2019)
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