jueves, 22 de agosto de 2013

AL DERROCHE



Hasta ayer fue así.
La calle, la espuma del mar desde el malecón,
los niños volando cometas,
las esperanzas languideciendo con el atardecer.
 
Hoy quieres caminar conmigo,
beber un café, seguir callando
y ocultarte tras tu filoso verbo.
 
Me quedaré mirándote las manos,
rozándote bajo la mesa como escolar enamorado,
hasta que se extingan los cafés y la calma.
 
Siempre mi miedo y tu displicencia.
Siempre despidiéndonos sin nada.
Otra vez a tu caos
y a mi malecón.
 


DE: versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2011 de Rogger Alzamora Quijano

3 comentarios:

  1. Una vez más regresas sobre los sueños. Despierto o dormido el personaje anhela o pretende, siempre con inmensa ternura o exquisita delicadeza la cercanía, tener, poseer, obtener.
    Y los sueños ayudan ... Y duelen.
    J.

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  2. Es un sueño dentro de otro sueño... es la manifestación pura del amor. Los sueños son lindos en su estructura. Pero el amor es un realidad que algunos tienen la fortuna de poseer y poder percibir con todos los sentidos como en el sueño dentro de otro sueño. Saludos... Creo que me obnubile...y sigo soñando como en la historia de los dos que soñaban de mis viejos libros de texto.

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  3. Gracias Josephine y lector(a) anónimo(a).
    Un sueño dentro de otro sueño suena a Borges. No creo que te hayas obnubilado tan frecuentemente. Pienso que estabas soñando cuando escribiste tu comentario. Y de eo se trata, de soñar.

    Saludos.

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