miércoles, 9 de enero de 2013

ORIGEN MÍTICO DE AIJA




UNO
 
Tras los collados descubiertos en la majestad del paisaje,
senderos piedra, campos ichu. Lagunas, cumbres y parajes.
Bajando pendientes de somera calma, brujo encanto y paz invariable,
sembraron con piedras la desafiante cuesta y dibujaron el perro:
un laborioso mapa donde ocasos y albores se bañan en oro.
 
Al pie de dos celosos imanes de ojos negros,
con el azul intenso aparcado sobre sus ceños,
el río frenético de cabellera plata y rumor bandada
y un paisaje de verdes oníricos acariciados por el viento,
fueron colocados mosaicos de adobe y teja.
Aija, la tierra del genético orgullo y la sapiencia innata.
 
La culta progenie dispersó la mies generosa hasta los confines.
Dorados trigos, papas violeta, eucaliptos, peces y ganado.
Trazaron sabiamente en las montañas sus veleidosos caminos
que cimbreantes trepan para caer hacia recónditos acantilados.
 
Desde aquellos tiempos en la flamante ciudad paraíso
se decretó para cada mediodía una amalgama de humeantes aromas,
que danzan su nobleza sobre la ciudad, para dejarse compartir.
Tal fue el legado de los fundadores que así abolían la mezquindad.
 
 
DOS
 
La lluvia derrama su maciza mirada sobre las brumas de marzo
y calles abajo con firme bramido desliza su desafiante riada.
Las tierras calman su sed y prometen buenas cosechas,
conforme a los sabios designios de los imperiales abuelos,
que hoy persisten bajo la égida de Santiago el Mayor.
 
“El estío ofrecerá su sonrisa entre abril y octubre
—dictaron los patriarcas—.
Las montañas entronizarán al Sol de los incas
en albas solemnes y mayestáticos crepúsculos.
Las praderas lucirán las aves en fastuosa sinfonía
de color y música. Habrá de llamarse Aija”.
 
 
 
TRES
 
El ancho cielo nocturno alberga desde entonces
constelaciones y abruptos laberintos cósmicos,
para que los audaces aijinos, viajeros de abolengo,
no pierdan el rumbo en sus travesías al futuro.
 
Así fue como Aija, la noble ciudad, tuvo su origen.
En el único lugar propicio para el cultivo del espíritu,
los sueños y la libertad.
 

De: versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2012 de Rogger Alzamora Quijano

3 comentarios:

  1. El poema es muy bello. No conozco Aija, pero dado el tema he investigado y puedo comprender cada verso y su historia detrás. Me declaro admirador de aquél lugar, de su poesía, de su poeta.

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  2. Desde aqui lejos de mi patria, puedo sentir que existe una tierra propicia "para el cultivo del espiritu, los suenos y la libertad". Como has dicho de tu pueblo natal, anoro cada calle del pueblo mio, de su gente estupenda y sana, generosa, "de genetico orgullo y sapiencia innata" como dices de la tuya.
    Me he emocionado hasta el llanto y he decidido regresar a reconciliarme con mi pueblo y mi gente, mis amigos, mis raices.
    Gracias por poner tus versos en mi alma y hacerme palpar el viejo cordon umbilical que todavia me une a mi terruno. Me aprendere de memoria tu poema para transmitirlo por donde voy.
    Este poema es para todo aquel que se siente orgulloso de sus origenes. Hace tiempo leo tu poesia. Me encanta tu estilo depurado y original. Te admiro por este blog de poesia, dedicado al amor.
    Carinos para ti, desde Oxford, Noelia McP. F.

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  3. Gracias Noelia. También tú escribes muy bien.
    El terruño querido es algo que pervive sin tiempo. Muchas gracias por el afán de memorizarlo y difundirlo. Siempre serás bienvenida a este sitio.
    Un abrazo.
    Rogger Alzamora Q.

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