Escribe: Rogger Alzamora Quijano
La poesía es la ciencia de lo exacto, la cima del lenguaje , decía Armando Rojas. Además de eso, la poesía debe estar basada en la belleza, tiene que estarlo, por estética, por objetivo, por cauce, por esencia. La poesía debe ser accesible a todos y por lo tanto, deberá ser también social: por compromiso, por sobre todo tipo de consideraciones, llámese económicas, racionales o de otros tipos aún más mundanos.
Dicho esto, se puede colegir que la poesía, siendo sustancialmente expresión de la belleza, debe serlo también de la sociedad. Es verdad que en el mundo cada día suceden calamidades; que la pobreza y la miseria llevan a los seres humanos a extremos insospechados; que la enfermedades suelen ser cada vez más dramáticas y terminantes, y etcétera. A pesar de todo eso, los seres humanos debemos aspirar a la belleza. La belleza es el alimento de los sentidos.
Es un crimen, por ejemplo, imponer a los niños vivir en ciudades estériles, vidas malvadamente competitivas y cada vez más cerca del mundo virtual que lo colman de tensiones y lo enfrentan a los demás. Es un crimen también someter a los creyentes en un determinado Dios, inmolarse so pretexto de cumplir un mandato divino. Y así, hay tanto que aborrecer, que nos obliga a vivir a salto de mata en un mundo sombrío.
Si embargo, la vida nos exige un uso mucho más optimista de los recursos que nos ofrece. La vida es también belleza. Y debemos aspirar a ella para, al menos, sentir que pasamos tibiamente por este mundo. Buena parte de la belleza está en la poesía y toda poesía encierra belleza. La belleza es un destino social. La poesía es un vehículo hacia ella. Si nuestra vida busca y se dirige hacia lo bello, tendría que hacerlo trepada sobre poesía. No solamente cuando se canta al amor, ni a las protestas; se rebela o se indigna contra guerras o injusticias; sino también cuando ofrece un campo visual y espiritual pleno de armonía en todos los demás aspectos.
Derechos Reservados Copyright 1999 de Rogger Alzamora Quijano
Muy bien expresado. Hay tanta poesía por donde se mire que deberíamos estar imbuidos de ella pero muchos no lo estamos. Hay corrientes de pensamiento y religión intolerantes, que lo último en que piensan o significan es en poesía. Y deberían hacerlo. ¡Qué bien escrito! Arturo.
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