“Poco sutil en sus venganzas,
cómplice de la opacidad, secuaz del tormento,
adlátere de la nebulosa, abrazo del dolor,
beso que ahorca, consuelo que traiciona,
pierna que disuade, boca cruel,
ojos embusteros, verbo falaz.
Poco de sustento, de patria y libertad.
Todo de fiera voluble, flor venenosa, campo sin eco,
espacio sin azul y sin fondo.
Poco sutil en sus venganzas
noche ácida, silencio páramo y grito mudo,
pesadilla, pánico y urgencia,
penca voraz, cardo y corona.
Infarto de la memoria.
DE:
versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2014 de Rogger Alzamora Quijano
Hay un cuadrante donde la soledad es un amigable paisaje, una cálida casa, una voz que dialoga. Yo la conozco. Buen poema.
ResponderEliminarDespués de la soledad... podría estar el hastío de una existencia carente de sentido. O un espacio donde es posible reconfortarse a si mismo; cuando ninguna acción o palabra proveniente de terceros ha logrado llenar nuestras expectativas.
ResponderEliminarPara mi la soledad es un axioma. Gracias por darme esa pista. Hoy le he pisado la cola, como tú. Ya sé por dónde anda.
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