viernes, 26 de mayo de 2017
CUMBIA
A Enrique Delgado Montes
El maestro da pie. Emerge el ritmo.
Noche sudor y contrastes, la primera fluye
cual alarido.
Limpia, punzante, animosa.
Wah wah psicodélico.
El bajo intenta el desafío.
Probando probando el cantante
altera la espera.
Ha llegado el momento,
angustia y silencio terminan.
Tumtum tumbadoras, truenan profundas
sobre el escenario ansiedad.
Cadencias tono alegría,
serpientes algarabía
encandilan pies hombros cintura.
Goce de timbales, cincel de silencios,
entre aro cáscara y cencerros,
patio de los requiebros, manos timbalero,
parche y platillo.
La segunda se disfraza oportuna.
El mito entra en trance,
no como los rockeros que cierran los ojos.
Este guitarrero mira el convite,
trastes agudos vibración y cuerdas,
vigila lance aprieto descontrol
y goza los goces del gentío
Rímac cumbre de gracia, Rímac jolgorio,
genio cumbia, arco iris armonía.
DE: versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2017 de Rogger Alzamora Quijano
Es la cumbia, la identidad del migrante, el sabor de su vida. Bello homenaje al maestro Enrique Delgado, mito de la música tropical peruana. Gracias por envolverme en la música que da vida!
ResponderEliminarMi papa escuchaba esta cancion cuando yo era chico.....
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