En mi mano el cuchillo y la herida.
La música y el silencio, el misterio y el trayecto.
Pero, antes de perdonar, me pregunto:
¿Cuántas veces te esperé y cuántas te despedí?
¿Cuántas cosas logramos y cuántas perdimos?
¿Cuántas claudicamos?
¿Cuánto sumaron traiciones y vituperios?
No obstante, la esperanza.
En tu cama, con las llaves de tu risa.
Con la urgencia de tus dedos y el tamaño de tus pies.
Con tu desdén y tu arrogancia entre sábanas de paz,
en mi mano el cuchillo tiembla con ritmo pernicioso
y rompe en pedazos el jardín.
DE:
versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2014 de Rogger Alzamora Quijano