miércoles, 16 de abril de 2014

MIRADA DE EBISU



Ninguno sin mí, el quedado
O el ido en la redor del ciego…

Martín Adán - Aloysius Acker
 
 
 
Aquella enorme soga que nos ata es la pesadumbre y exuda dolor.
He aprendido a estar derrotado, alimentado de prórrogas.
Ni en la estepa se puede estar más abandonado,
ni en el poniente se encuentra sosiego.
 
Canto.
Canto para escuchar mi voz. Mi voz abatida.
Aplastada por tu disperso encanto
que llueve cada vez menos pero aniega el alma.
 
Es la soga de Izanagi a Izanami, mediodía en la montaña
donde el viento claudica.
Majestuoso santuario donde confluyen los siete cielos
el primer amanecer de ningún verano.
 
¿Y qué nos hizo desistir?
¿Acaso una turbamulta de fantasmas?
 
Es Amenomihashira tan amplia como exige el destino
para ir alrededor del mundo.
Y al término de una infinita vuelta regresar y seguir esperando.
 
Es la mirada de Ebisu en el mar de la noche.
En el humilde Lago Negro o en el extinto río que brama silencio.
 


DE: versos conversos Copyright © 2014 Rogger Alzamora Quijano

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