jueves, 27 de diciembre de 2012

CUANDO EL AMANECER VOMITÓ UN PARCO SOL

"Muchachas que algún día leáis emocionadas estos versos
y soñéis con un poeta:
sabed que yo los hice para una como vosotras
y que fue en vano."
Ernesto Cardenal - Epigramas


Algo nos pegó en las alas.
 
¿Dónde perdimos nuestras manos?
¿Dónde compramos nuestros egoísmos?
¿Dónde el amor se volvió guerra?
¿Dónde el denuesto inundó tu alma?
¿Dónde las risas se hicieron tormentos?
¿Dónde perdimos la Florencia llena de Toscanas?
 
Algo nos pegó en las alas.
 
¿Dónde se extraviaron las delicias y asomó el acíbar?
¿Dónde las imprecaciones matinales con abrazos en la cocina?
¿Dónde se oxidan las sonrisas de las fotografías?
 
¿Dónde languidecen los soneros de los miércoles?
¿Dónde ha muerto el café de los sábados?
¿Quién bebió tu saliva, tu cuerpo y las cervezas?
 
Algo nos pegó en las alas
y nos lanzó al abismo.


De: versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2012 de Rogger Alzamora Quijano

2 comentarios:

  1. El parco sol puede ser la parca que el poeta descifra y que por ello mismo lo sufre mucho más.
    Tantas preguntas solo dejan la sensación de infinita soledad, pero es desde allí donde comenzará una vida mejor, pues el dolor refuerza la resistencia y prepara mejor para el futuro. Saludos colombianos desde Manila, Filipinas.

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  2. Bello el epigrafe de Cardenal. Un buen motivo para buscar su libro *y el tuyo*.
    Parece que estuviera leyendo parte de mi biografia: "¿Donde el denuesto pisoteo las caricias?" Es exactamente lo que me pregunto hasta hoy. Al parecer estamos en los mismos lances mi admirado amigo poeta. Vayamos a llorar juntos.

    He despertado muy temprano. Hay nieve y soledad bajo la luna de Oxford. Tengo un buen motivo para comenzar a vivir otra vez.

    Carinos.

    Noelia McP. F.

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