El sorbo de insidia no fue suficiente para inculparte.
Permaneciste de negación en negación.
Y quedaba de ti dulce nueva caliente adicción.
Desde recónditas articulaciones y desconocidos huesos tú,
tu nombre reflujo desde mis entrañas para atosigar mi garganta,
hundías tus dedos pesadilla sobre reclamos y rebeldía.
Un sorbo de insidia es un vano consuelo que no alcanza.
DE: versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2002 de Rogger Alzamora Quijano.
*Desde reconditas articulaciones
ResponderEliminary desconocidos huesos me gustas tu*
Magistral! Exacto! Perfecto!
Carinos y admiracion. Noelia McP. F.
Breve y hermoso poema.
ResponderEliminar