La cama donde sucumbí con mi triunfo a cuestas,
donde me embriagué con tus sabores,
donde pulsé la oscuridad y tu ombligo,
donde llegué exhausto entre las sombras,
donde inventé la mirada que te seduce,
donde soñé que soñaba tus sueños,
donde te prometí lo que no iba a cumplir,
donde te amé sin medir ni esperar,
donde abrigué tu cuerpo cristalino,
donde me apoqué ante tu ofrenda,
donde me asaltó el miedo de un futuro sin ti,
donde lloramos sin saber por qué (o sabiéndolo),
donde un solo abrazo nos calentó las esperanzas,
donde el reloj se cansó de retornar,
ya no es mi cama.
De: versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2010 de Rogger Alzamora Quijano
Es sublime; aunado a la mirada que seduce, sin embargo no me queda claro el mensaje de los verbos en pretérito, porque por un lado entiendo que es presente pero a la vez es pasado, como sí sólo de recuerdos se tratara, o sí dijéramos: `sí las paredes hablaran´.
ResponderEliminarTu poema seduce en toda su secuencia sin perder detalle en tiempo y espacio...
Un dia senti terror al pensar que esta nuestra cama estaba ya abandonada. Suerte que no fue asi...ahora se que todas las camas donde nos soñamos nunca quedaran vacias...y la cama anhelada siempre sera ocupada por nuestras mentes y cuerpos...en la cual nos perdemos locos debajo de las sabanas...y la que abrigara aquellas todas nuestras nostalgias...esa es nuestra cama!
ResponderEliminarLeyendo tus poemas se puede encontrar la palabra justa que anime el espíritu.
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