Chica de colegio bien,
que me descubriste entre los acólitos del oficio del domingo.
Fan de tus labios perfectos, devoto de tu cabello destellante,
fui advertido, y sin embargo me proveí pletórico
para que te regocijaras de tu capricho.
Bella.
Bella, como yo necio.
Falsa, encantadora y amoral.
Me dejaste como un James Dean sin causa,
sin pose ni cigarro.
DE: versos conversos Derechos Reservados Copyright © 2006 de Rogger Alzamora Quijano
Bello tu poema, no sé si tanto como la protagonista, que aunque mala, y al parecer no le gratifico en nada al niño, le dejo el sabor de la belleza de lo inalcanzable.
ResponderEliminarMala...
Es como un juego sin reglas o, lo peor que se inventan a medida que se juega y que al final son impuestas por el vencedor o la MALA.
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