miércoles, 14 de agosto de 2019

LA TRAICIÓN



A veces despierto dudando.
Abro los ojos y estiro la mano sobre una espalda.
Estoy tan cerca de tocarla.
Y me asalta el miedo. Quizá no seas tú.

Vuelvo al sueño.
Reincidente y breve.
A rozar nuestros pies calientes,
a jugar a las batallas.
A las fotos borradas.
A tus cartas quemadas.
A los museos gratuitos,
a retozar al césped
mientras contamos los aviones.

Volar adonde no fuimos,
criar los hijos que no tenemos,
casarnos ante la envidia general.
Eso solo sucede en los sueños.
Porque ya hemos muerto
y no quedan vestigios.

Cuesta huir de la cárcel de los sueños,
mas el infortunio no es completo.
Vuelvo a soñarte, vuelves a soñarme,
nadie puede evitarlo.
Es un sueño.
Imposible, vano y nuestro.

Donde el café no enfría, el vino no acaba y el amor gana.
Donde hay futuro bajo el tierno sol andino.
Donde las serenatas y la lluvia coexisten.
Donde podemos vencer la nieve de tu invierno
y el infierno grande de nuestro pueblo chico.
Donde la traición muere con el despertar.




Derechos Reservados 2019 de Rogger Alzamora Quijano