sábado, 21 de noviembre de 2009

DÍA TRES



Mi deber no es seguirte todos los siglos para arrancarte un solo día.
Aprendí a cubrir mis carencias.
Ya no muerdo la derrota si pierdo la batalla.
Ahora regreso por mi revancha
aunque haya perdido tus indicios brizna y ceniza.
Tu fantasma se va con la niebla, sin tacto ni caricia.
No otorgo respuestas ni concesiones.
Un instante es demasiado e innecesario.



DE: versos conversos Derechos Reservados © 2009 Rogger Alzamora Quijano